Ezequiel Galli ganó la Primaria en Olavarría. Con un festejo moderado, sabiendo que aún no se definió nada, señaló que hay que seguir trabajando de cara a octubre. El escenario es abierto: Federico Aguilera quedó a 4 puntos de diferencia, y con una elección tan demoledora a nivel país y en la Provincia, en octubre puede pasar cualquier cosa.
En las primeras horas pos cierre de comicios, la sensación era igual a la previa: podía pasar “cualquier cosa”. Los fiscales hablaban de cortes, de cortes “extraños” y del particular rechazo a Macri a nivel local. Los números, poco a poco, lo fueron corroborando.
A medida que iban llegando los fiscales a los diversos espacios, había caras distintas. Hubo un espacio en el que, a pesar del primer optimismo, no tenía mucho para hacer: el eseverrismo había comenzado a confirmar que el tercer lugar era más lejano del que se parecía. En un primer análisis, se perdió con la polarización.
Mientras tanto, el desmedido optimismo en el bunker de Aguilera, y la mesurada alegría en el espacio de Galli, daban cuenta como mínimo que había buenos resultados en los dos espacios. En la previa, el actual intendente tenía las de ganar, pero las malas noticias de Provincia y Nación empezaron a pensar un escenario distinto.
Al momento de salir a dialogar, Eseverri fue el primero, llamó a la militancia a seguir trabajando, y resaltó que doblaron la elección de 2017, sumado a que sacaron más votos que Lavagna. De todos modos, el empuje anímico no terminó de convencer, y el objetivo pareciera, al menos por estas horas, retener para asegurarse el ingreso de dos concejales, y empezar nuevamente. Retenerlos porque tanto Galli como Aguilera saldrán a buscar esos votos.
Aguilera fue el segundo: con olor a victoria, confirmó la primera sorpresa de la noche: Alberto Fernández ganaba, por 5%, al presidente Macri en Olavarría. Y empezó a augurar como mínimo una elección más reñida en lo local. Vidal se impone en los comicios locales, y el tercer dato fue el político de la noche: “estamos a 3 puntos del actual intendente”.
Galli, en tercer lugar, tuvo un festejo más mesurado, se mostró un tanto dolido por la derrota de Macri y Vidal en el país y la provincia, pero optimista de cara al futuro: dijo que seguirán en la misma línea, contándole a los vecinos lo realizado hasta el momento, y comenzará otra campaña totalmente distinta, que lo tendrá con propuestas y saliendo a la cancha para tratar de seguir siendo intendente por cuatro años más.
Todas las miradas, llamativamente, estarán puestas en José Eseverri. Que deberá pensar una campaña propia, que buscará retener, pero al mismo tiempo sabe que se le pueden escapar votos. Y en ese escape, quizás ratifique la victoria a Galli, o le de la intendencia a Aguilera.
Mucho más teniendo en cuenta el escenario nacional. Un poco sorpresa, otro poco realidad, Alberto Fernández quedó a tan sólo un paso de ser el presidente de la Nación. Incluso, ganar con cierta comodidad en primera vuelta. Pero la mayor sorpresa de toda la elección es la más que holgada victoria de Axel Kicillof, con lo que parece una indescontable diferencia contra María Eugenia Vidal.
¿Podrá captar Aguilera esa diferencia de votos que sacó Alberto y no logró captar en Olavarría? ¿Galli podrá sumar votos de votantes eseverristas y sacar una diferencia más tranquilizadora? ¿O el propio Aguilera se quedará con esos votos?
En Olavarría, arranca otra campaña. Que comenzará el mismo lunes. Y que tendrá dos meses vibrantes.