Gustavo Tavernini es desde hace más de 15 años el entrenador del azuleño Federico Delbonis y si bien vivió incontables experiencias -entre las que se destaca ganar la Copa Davis- jamás se imaginó que una pandemia lo obligaría a vivir situaciones imposibles de olvidar.
El olavarriense y el tenista de Azul llegaron a Estados Unidos a principios de marzo, se instalaron en California y se dirigieron a entrenar sin sospechar que algunas horas después que el ATP 1000 de Indian Wells sería suspendido por la organización. Misma suerte corrieron con el ATP de Miami, competencia posterior y por la cual decidieron quedarse más días en el país del norte de América.
“Cuando terminamos de entrenar el primer día en California nos dicen que el evento estaba suspendido, la verdad nos sorprendió, aunque ya estábamos sabiendo de la problemática a nivel mundial; nos trasladamos a Miami unos días después y el torneo tomó la misma decisión asique enseguida decidimos regresar” recuerda Gustavo Tavernini mientras terminaba de aprontar sus cosas para, después de cumplir con los 14 días de aislamiento impuesto por el Gobierno Nacional, regresar a casa.
El entrenador del Club de Remo de Azul destacó que “no dudamos en volver porque los informes eran contundentes y la situación no iba a mejorar. Llegamos a Azul y nos instalamos en una chacra, cumplimos la cuarentena y además entrenamos con materiales que nos dejaron desde el Club y hace algunos días terminó el aislamiento y estoy listo para volver con mi familia” dice el olavarriense tras agregar que completó los permisos necesarios para poder viajar a Buenos Aires.
“Federico -Delbonis- está ahora en su casa, pero sigue con un plan que le armamos con el equipo porque no podemos descuidarnos en absoluto aunque el receso lleve varios meses” sostiene sobre su deportista que se encuentra entre los 80 mejores del mundo y que llevó a Argentina a ganar su única “ensaladera de plata” en 2016 y agregó que “en momentos como este hay que usar un poco la imaginación pero siempre se puede hacer algo. Un colchón sirve de rebotado y cumple la función de un frontón, luego una Sábana absorbe los impactos de los saques y se marcan objetivos y se compite contra uno mismo” por citar ejemplos de las prácticas que lleva a cabo el azuleño.
A nivel personal creo que es casi seguro que hasta el año próximo no estemos compitiendo
Gustavo Tavernini surgió mucho tiempo atrás en el Club Calera Avellaneda pero desde hace más de 25 años es profesor de tenis en el Club de Remo donde conoció a Delbonis y lo acompaña desde entonces, agradeciendo siempre a la entidad por la ayuda que les han brindado a lo largo de la carrera y aún hoy cediendo los materiales para que uno de los mejores tenistas de Argentina continúe con las prácticas.
Nombrado personalidad destacada de Olavarría, Tavernini sostiene que si bien “volver a competir está bastante lejos, siguiendo el plan solo sería necesario realizar el ajuste en pista un par de días antes de la primera competencia y ya estaríamos para jugar”.
Luego de cumplir con la cuarentena por regresar del país con más contagiados del mundo, Tavernini preparó las valijas y espera el viaje a casa para reencontrarse con su familia sin descuidar el aspecto laboral.
“Hemos hablado con amigos colegas en todos los continentes y la realidad es que pocos a poco la conversación va cambiando a un tono más tranquilo, a poder controlar las ganas la ansiedad y a mirar más con un sentido social de la problemática y ahí coincidimos en que la situación es realmente compleja” afirma el olavarriense sobre la magnitud de la pandemia que azota al mundo.
Por último y dando su opinión como oriundo de Olavarría, Tavernini destacó que “en la comunidad, el tenis tiene un lugar muy importante, una cantidad de canchas y clubes con mucha historia por lo que siempre estuvo posicionado en un lugar importante a pesar de que -siguiendo la lógica del país- hay una merma en la decisión de mandarlos a las escuelas o centros de competición” y que como responsables “debemos ver cómo recuperar esa competición”.
Sabiendo que en el corto plazo no podrá salir a la cancha, habiendo regresado de un país en riesgo y destacando que “lo importante en definitiva es la salud”, Gustavo Tavernini viajó más de 300 kilómetros, se abrazó con su familia después de un mes de lejanía y ahora sigue cumpliendo con el #Quedarseencasa pero en compañía de sus seres más queridos.
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