Juan Gabriel Schwab es otro olavarriense que nos brinda su relato desde el viejo continente. Nos cuenta desde Alicante, España, cómo vive el confinamiento por el Coronavirus en un país en el que el virus parece arrasar, la distancia con su familia y algunos análisis sobre las medidas que se tomaron en su comunidad.
No es un momento fácil, en su relato se nota cómo intenta describir desde una perspectiva poco pesimista, más bien realista, cómo lleva todos estos días -casi tres semanas- de encierro pero la realidad golpea y sus palabras terminan siendo duras, eso no se puede disimular.
"Juampy" vive con pareja y su pequeña hijita desde hace dos años en la comunidad Valenciana, pudieron aislarse a tiempo junto a otros familiares pero las cifras que le pasan por el costado abruman: "Las víctimas acá son demasiada cantidad, mucho más de lo que pensamos. Es algo muy grave que a la gente le cuesta creer" sostuvo y consideró que por esa incredulidad "hay tantos contagios día tras día".
De un día a otro su vida, y la de todos, cambió drásticamente: "Lo primero que se decretó fue que ya no podíamos salir a la calle de a dos personas, ni hacer vida normal. Sólo ir a comprar con tus guantes, tu mascarilla y respetando las distancias entre otra gente, la policía está muy estricta y si te paran por andar paseando el perro muy lejos de tu casa, te multan" contó y calificó como "perfecto".
Obviamente -y como nos sucede a la mayoría- las modificaciones en los hábitos se hacen cuesta arriba y más aún la escasa solidaridad de algunas personas que salió a luz en diferentes ámbitos: "Los primeros días fueron difíciles, nos toco ir a hacer la compra semanal y no poder comprar casi nada por que se estaban llevando todo y a discreción, no dejaban nada para nadie y fue muy feo. Daba angustia ver a varias personas con bebés a los que no le dejaban ni una sola leche". Afortunadamente luego de todo esto el abastecimiento comenzó a regularse.
"Nuestras familias están bien por suerte". "Yo tengo a mis padres y hermanos en Olavarría y Laprida, estamos contentos porque vemos que en la ciudad están respetando el aislamiento. De todas maneras estamos preocupados por cómo todo va a terminar y la distancia, no estar cerca es feo en este momento", confió.
El futuro pintado de incertidumbre. "Sabemos que falta bastante para que termine todo esto" manifestó Juan Gabriel al finalizar la entrevista con este Diario y cerró con una lamentable pero real frase: "Hay mucha gente que muere por no tener un respirador, están faltando y aún así alcanzarán para todos".
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