Marcelo Occhi nació en nuestra ciudad, razones de la vida lo llevaron a radicarse fuera de Olavarría y en febrero pasado decidió, en compañía de José María, embarcarse en un crucero de lujo para pasar las vacaciones, sin esperar que el avance del coronavirus fuera el principal protagonista de la historia.
El olavarriense pasa sus días encerrado en una habitación de hotel en Roma y desde allí dialogó con Infoeme sobre la situación que atraviesa. Él sólo en un cuarto del que no puede salir y su compañero de aventura en un Hospital tras dar positivo en coronavirus.
“Nuestro viaje comenzó el 20 de febrero desde Miami, un par de días más tarde -el 24- nos embarcamos en el Crucero Costa Luminosa para hacer un crucero por el Caribe más el cruce transatlántico desde Estados Unidos hasta a Italia” comenzó diciendo Marcelo para después agregar: “el crucero duraba 27 días, pero la empresa Costa Cruceros actuó con total negligencia y navegó a la deriva hasta el 7 de marzo que algunos desembarcaron en Puerto Rico”.
El olavarriense critica el accionar de la empresa que partió cuando el coronavirus aún no había sido declarado como pandemia, porque tras esa bajada uno de los pasajeros volvió infectado y “nos ocultaron que pasaba, el barco empezó a saltearse las paradas pero recién el 16 de marzo decidieron cerrar los espacios comunes dentro del barco -bares, casino, SPA, GYM, actividades, saunas, piscinas, tiendas-”.
“Hubo cientos de casos positivos y sospechosos a bordo, motivo por el que nos negaron el ingreso en algunas islas del Caribe y no pudimos hacerlo en ningún puerto de Europa” recuerda al mismo tiempo que debía estar ya en el país ya que el viaje debía terminar el 22 de marzo tras una excursión en Venecia.
“Hubo centenares de enfermos a bordo, más de 150 confirmados fallecidos e internados”
“El viaje de placer se convirtió en una verdadera pesadilla que no termina, es muy triste lo que está pasando” continúa diciendo el olavarriense que vive en Buenos Aires desde 1993 y que desde el 24 de marzo se encuentra encerrado en una habitación de hotel en Roma, donde pudieron bajarse con otros 17 argentinos, sin embargo dentro del hotel “surgió un brote de casos positivos y 6 ya están internados, incluido mi compañero”.
“Josema” está internado “en el mejor Hospital de Infectología de Italia desde el 5 de abril pasado con una fuerte neumonía, que se agravó con la confirmación de Covid-19” y “yo, con otros argentinos, sin poder salir de la habitación del hotel. No tenemos ningún contacto con nadie. Nos tenemos que limpiar nuestra habitación, nos entregan sábanas y toallas y nos dan una aspiradora y productos de limpieza”.
“Mi compañero tuvo su primer síntoma el 10 de marzo, aún a bordo del Costa Luminosa y el médico del crucero en las consultas que le hicimos le diagnostica faringitis. Le dio antibióticos y 3 días de reposo, tapó los síntomas del Covid-19 y ahora estamos padeciendo las consecuencias” afirma.
En la actualidad, el parte médico de José María informa que “se encuentra en estado estable, internado dentro del pabellón de COVID-19 con asistencia respiratoria mecánica por máscara pero consciente” cuenta el oriundo de Olavarría a la espera que su compañero “me haga una breve comunicación telefónica”.
El mensaje es desalentador, pero el crudo relato prosigue: “En la entrada del hotel hay un cordón policial, en la recepción policías y los médicos de la Cruz Roja” y diariamente “dejan en la puerta de la habitación, una bolsa con las 3 viandas frías, comemos lo que se puede y tiramos el resto”.
Marcelo Occhi pensaba estar en cuarentena hasta el pasado 6 de abril, pero el brote de casos positivos obligó a su prolongación hasta el miércoles 15 a pesar de que “me hicieron 3 test, de los más completos que hay en Europa y fue el Cónsul Adjunto de Roma el que me informó que habían dando negativos, lo que me da fuerza para desde acá poder ayudar y acompañar en todas las gestiones para la recuperación de mí compañero, que la debe estar pasando bastante difícil”.
Marcelo destacó el trabajo del Cónsul Adjunto Mariano Trisano que se “preocupa y telefónicamente es muy amable con nosotros, pero lo del resto de los Diplomáticos es lamentable”, motivo por el cual los argentinos en el IH Z 23 ROMA escribieron una solicitada que enviaron a la Embajada Argentina y después divulgaron porque “no sabemos cuándo podremos regresar a Argentina”.