Alexis Grierson
@alexisdechillar
La campaña, de manera muy tímida, empieza a tomar color. Macri, Gómez Centurión, Pitrola, Saborido (a su modo). Con mucha tela para cortar, las visitas logran lo que la propia cercanía no pudo lograr hasta ahora: clima de elecciones. Como dijo el presidente, “pasaron cosas” y Olavarría vivió días que como mínimo se deben analizar con un poco de profundidad: igual que los olavarrienses que analizan el voto y con un corte de boleta avizorado.
Hablemos del corte. La primera señal la dio el propio intendente Galli: si bien fue una campaña nacional, está claro que el mensaje a él también le sirve. Tanto Galli como Aguilera tienen un desafío por delante, y es intentar llegar al porcentaje de sus referentes para aumentar sus posibilidades de ganar la elección. En algunos casos, se habló de 10% por debajo de las principales referencias en materia de intención de voto, María Eugenia Vidal y Alberto Fernández.
En el caso de Galli con el lema “Boleta completa” fue donde mostró a los principales candidatos de Juntos por el Cambio. Aguilera sigue moviéndose para mostrar su equipo, sus medidas en caso de llegar a la gestión, pero con una fuerte referencia en Alberto Fernández y Axel Kicillof. ¿Lograrán arrimarse más? ¿Quién puede aprovechar el corte?
Por citar un ejemplo de lo que puede pasar, el comité local de la UCR dio una pista: si bien pidió apoyar a Macri-Pichetto y Vidal-Salvador, dieron “libertad de acción” a sus integrantes para votar en lo local. Entonces, ¿qué boleta les sentirá más cómodo a ese espacio? Así podemos mencionar a los heridos del cierre de listas, a enojados e indecisos.
Bueno, a ciencia cierta Eseverri puede “robarse” un par de puntos de referencia en el corte. No es “extraño” ver un corte “Macri-Vidal-Eseverri” así como tampoco “Fernández-Kicillof-Eseverri”. En materia de corte, pareciera que el ex jefe comunal está “cómodo”. Ahora, ¿será suficiente? La diferencia entre los referentes arroja luces de esperanza. Y, todavía, hay mucha confusión en torno a dónde se orientará la campaña, si a lo nacional o lo local. En esa confusión, al menos hasta la PASO, puede sacar provecho. De todos modos, la carrera es más larga: es hasta octubre. Y post PASO, el clima será mayor, y probablemente se mostrará con claridad hacia donde “pinta” la campaña.
De todos modos, que a Eseverri le quede más cómodo el escenario del corte no quita que los demás espacios no estén pensando en el corte. Justamente, Galli por ejemplo trató de alinearse al peronismo para sumar un caudal de votos. Quizás, con un dato a tener en cuenta: el curismo está más cerca de Juntos por el Cambio de lo que se creía.
Así se lo vio en la cena del viernes anterior, donde el curismo “revivió” o al menos se lo vio renovado no sólo con la candidatura de Nicolás Marinangeli, sino que además con una buena cantidad de asistentes que mostraron el poder que maneja esta pata del peronismo. “Si no jugaba ahora, podía perderse todo” dijeron algunos presentes.
Ahora, ¿por qué más cerca de lo que se creía? Nadie imaginó que el discurso de Cura sería de mayor adhesión de la que tuvo. Hubo momentos de críticas “moderadas”, pidió mejoras al gobierno de Macri, pero admitió que se transita el buen camino y que se debe acompañar el proyecto de Macri, Vidal y Galli, con quien otorgó más elogios que los dos primeros. En resumen, fue un discurso Pichettista, quizás el motivo por el cual Cura y Galli terminaron juntos del todo.
La historia
Ahora, ¿cómo fue el acuerdo de Ezequiel Galli y Mario Cura? En principio, no es nuevo: como mínimo del año 2017 que mantienen diálogo en diversos aspectos, desde informales hasta reuniones concretas con funcionarios e integrantes de Coopelectric. Pero, por cuestiones que no fueron aclaradas, en 2017 “no lograron ponerse de acuerdo” comentaron durante la cena.
Pero la charla siguió. La construcción de la alianza política fue haciéndose con paciencia, y con pasos lentos pero firmes. Con la confirmación de Pichetto como precandidato a presidente de Macri, y en un contexto donde “la pata peronista” pisaba fuerte dentro de Juntos por el Cambio, el intendente vio la oportunidad y le ofreció, de manera concreta, el tercer lugar de la lista de precandidatos a concejales, entre otros lugares.
Con una confianza “construida de manera totalmente distinta a lo sucedido con el sector del comité radical con el que no se acordó” agregó la fuente, “Cura nunca nos pidió nada, solo aceptó el ofrecimiento e incluso, permitió que el Intendente elija entre un listado de posibles precandidatos el nombre de Nicolás Marinangeli” quien tuvo un discurso vinculado a lo importante que es trabajar en caso de llegar al HCD (tiene grandes chances) por el bien de su localidad, Sierra Chica, y las localidades del Partido, señaló que será un orgullo acompañar al Intendente de la mano de Mario Cura. Todos alineados, todos unidos triunfaremos.
Macri en ruta
El presidente Mauricio Macri estuvo por cuarta vez en Olavarría. También, quizás, la visita más breve de las cuatro. Inauguraron el tramo de la ruta provincial N° 51 y mostró varias aristas. La primera, la que se ve desde hace tiempo: una arenga más que un discurso, aunque el mensaje claro del “cambio para siempre”.
Arrojó datos sobre obras realizadas, y resaltó la figura del “trabajo en equipo” en conjunto con la gobernadora y los equipos de la Provincia. Pero la segunda arista, quizás es la más clara: pareciera que, por los discursos, las obras y las presentaciones, el eje principal de la primera parte es Vidal, con su imagen (y su intención de voto).
Vidal quedó en un lugar clave de la boleta, en el centro. En lo que históricamente se tomó como un lugar “que pasa desapercibido”, la imagen importante de la mandataria generó que todos miren ese espacio, incluso los propios. Macri pega su imagen inaugurando obras (incluso de la propia Provincia) y para Galli también es un escenario win-win: se muestra con apoyo del mismísimo presidente (aunque la imagen del mandatario nacional esté golpeada) pero con la dirigente con mayor imagen positiva del espacio y hasta del país.
Más allá de la estrategia electoral, la visita de Macri otra vez dejó sabor a poco: lejos de los ciudadanos, con un almuerzo en un restaurante en la ruta, y con una obra que es de la Provincia, más allá del equipo. Todo ganancia para Vidal y Galli, que mostraron otro tono, y entran en otra etapa de la campaña. También explica, en el análisis, lo parejo que se encuentra el presidente con Alberto Fernández en la carrera por la presidencia.
La calle
La calle es otra cosa. A la pequeña esperanza de una mejora (extraña, insistimos desde acá) en la economía, se le suman las demandas, las quejas de lo que sucede con el salario y la inflación. Celebrar la suba de precios de junio en el orden del 2,7% es como celebrar un gol cuando se va perdiendo 5-0.
La militancia en la calle se volvió algo diario, mismo caso las recorridas por los barrios. Los epicentros suelen ser los sábados, pero de lo esporádico pasamos al orden de lo diario, no sólo con visitas a los vecinos sino con recorridas en diversos sectores de la ciudad.
En este sentido, el Frente de Todos pica en punta, por la cantidad de militantes y la frecuencia que tienen dichas recorridas. Pero, así como las visitas de esta semana se intensificaron y prácticamente dieron pie al inicio formal de la campaña propiamente dicha, esto será una constante en la vida diaria de Olavarría.