Lo que hubo de ventajoso en torno a saber los alcances y el gran impacto de daño del coronavirus, lo tuvo de desventajoso una extensa cuarentena (entendible y válida) y el invierno. En una semana donde la pandemia mostró viejas imágenes y costumbres, queda claro que el pico de la pandemia coincidió con el pico de hartazgo por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Con una Olavarría que pasó, de la tensa tranquilidad de la Fase 3, a un incremento de contagios en las últimas horas que generó, otra vez, preocupación e incertidumbre. Desde la comuna se manifestó nuevamente tranquilidad y control, pero empieza a no ser casual el correlato de “Olavarría igual que el AMBA” ¿será así de ahora en más?
Fue una semana donde la política mostró su cara más “tradicional” y se alejó de la gente. ¿Por qué? Porque la política no predica con el ejemplo
Reuniones, encuentros, aunque sea para debatir sobre política generaron, quizás, los casos más importantes de la política. Fue una semana donde estuvo en riesgo hasta el mismísimo presidente, de quien se pidió que no salga de la residencia de Olivos por un tiempo.
Diversos árboles de contactos entre dirigentes dieron cuenta de la falta de cuidados: desde fotos rompiendo el protocolo pasando por reuniones políticas. “Esa reunión podría haberse hecho por Zoom” indicaron algunos, un poco en broma, otro en serio.
El tema es que desde Alex Campbell y Vidal los contactos estrechos pasan por Insaurralde e, incluso, tocan de cerca al presidente de la Nación. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, estuvo con Insaurralde 48 horas antes de estar con el mandatario nacional. En el medio, el positivo del intendente de un distrito del AMBA.
“Subestiman la situación y creen que como son políticos y gestores no les puede pasar” indicaron. Ese pensamiento de “superioridad” generó enojos e incluso, una tendencia a flexibilizar la cuarentena de por sí. Los casos más célebres de esta semana, en tanto, fueron los de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, el actual intendente de Lomas de Zamora Martín Insaurralde (además está internado) y el diputado y ex funcionario provincial, Alex Campbell.
Pico de hartazgo
Como bien decíamos al principio, el pico de la pandemia coincidió con un pico de hartazgo por la cuarentena. De la lejanía de los vínculos afectivos, pasando por inestabilidades de todo tipo, y una crisis económica durísima, las variables comienzan a preocupar de afuera hacia adentro.
El objetivo común es “llegar lo mejor posible a septiembre”. Otras fuentes del gobierno nacional, más prudentes, indicaron que “estamos en medio del cruce del río, el problema es que no vemos el otro lado”.
Hay buenos ejemplos internacionales: Brasil tiró por tierra la discusión “Salud vs Economía”, dado que la respuesta fue “ninguna de las dos”. Argentina está sosteniendo, como se puede, la cuarentena
Los derrumbes en la economía de Brasil, por ejemplo, echan por tierra la discusión de “salud vs. Economía” porque Brasil se quedó sin nada. Ahora, ¿cómo se reactiva un país en default y en una crisis quizás peor que la de 2001? Es una respuesta que, de a poco, debería avizorarse en el horizonte. Es inevitable, de todos modos, entender que la prioridad hoy está en controlar la pandemia.