“Recrudecimos la protesta”. Así, sin más vueltas y con la seguridad de que esto podría ser el inicio de una serie de reclamos que continuarán hasta que le den “una respuesta favorable” con respecto a la atención de su hijo, quien se encuentra detenido en la Unidad Penal Nº 38 de Sierra Chica.
Se trata de Roberto Almeida, quien a inicios de la presente semana se presentó en los Tribunales de Azul y colocó una serie de banderas y pancartas para exponer la situación de su hijo Facundo, quien en el mes de junio -cuando se encontraba detenido en la Unidad Nº 7 de Azul- sufrió severas lesiones en sus piernas en el marco de una serie de incidentes. Sin embargo, tal cual lo denuncian desde su entorno y constaría en actuaciones penales radicadas en la vecina ciudad, esas heridas habrían sido ocasionadas a partir de los disparos realizados por agentes penitenciarios.
El joven de 20 años, quien se encuentra cumpliendo una pena de 17 años por el crimen de una remisera, perdió varios dedos de su pie y registró gravísimas consecuencias a la altura de la rodilla. Su padre afirma que sufrió un “daño irreversible en la planta del pie”, pero su principal temor es que “no se la corten” a esa extremidad debido a diversos síntomas que viene padeciendo y que serían compatibles con una infección. A esta redacción llegaron videos en los que puede verse la gravedad de cada una de esas heridas, los cuales no serán reproducidos debido a la crudeza de esas imágenes.
“Se preocuparon más en mandarlo a buzones que en curarlo”, se quejó su padre, quien sin mayores miramientos afirmó que la jueza María Alejandra Raverta -quien condenó a su hijo- “ha hecho abandono de persona”. La integrante del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 es la principal destinataria de sus reclamos y pedidos urgentes de atenciones. “No le han dado ni siquiera lo mínimo, ni un intento de rehabilitación”, se despachó y volvió a reclamar que, tal cual lo habrían afirmado distintos profesionales, su hijo “no debe permanecer más en el sistema carcelario debido a esas heridas”.
En la jornada de este jueves la protesta incluyó una quema de cubiertas y neumáticos frente a la sede de justicia. En diálogo con Infoeme ratificó que volverá en las próximas horas y “si hay que encadenarse me encadenaré”, anticipó a medida que daba cuenta que también protestará frente al complejo centro del Servicio Penitenciario Bonaerense de Sierra Chica, del cual también depende su hijo. El reclamo allí también radica en que actuales autoridades, según denuncia, habrían estado implicadas en la agresión que sufrió su hijo.
“Cuando la justicia lo requirió fui el primero en ponerlo a disposición”, se proclamó en similares términos a lo hecho días atrás, quejándose de cómo ahora la justicia no le responde tal cual como él sí considera haberlo hecho. “Lo mínimo que querés es que te lo devuelvan sano”, concluyó.
“Todo raro”
Roberto Almeida no dejó pasar la ocasión en el diálogo con Infoeme y deslizó también una serie de dudas, y por qué no sospechas, sobre el juicio en el que su hijo fue condenado a 17 años. Relató que ninguno de los testigos que allí declararon habría sido contundente en la identificación de su hijo, además que tampoco se obtuvieron “ni huellas ni nada”.
Habló expresamente de un “juicio injusto” y que “hubo algo raro”. Esta situación también es parte del reclamo que está llevando adelante ante los tribunales azuleños. “Es todo raro desde el juicio”, finalizó.