Alexis Grierson
@alexisdechillar
Esta extraña espera entre las elecciones y la asunción del 10 de diciembre tiene muchos “por ahora” para analizar. Los gestos de la política, el valor de la palabra y la pérdida de lugares: lo de Dalton Jáuregui dejó varias interpretaciones. Además las quejas post generales continúan, con algunos movimientos pequeños cargados de simbolismo.
El Concejo Deliberante finalizó una etapa el pasado jueves y arrancará otra totalmente distinta. Como hacía muchísimo tiempo no se veía, el oficialismo tendrá mayoría automática. El Intendente Galli siempre señaló que no es amigo de las mayorías automáticas y que incluso, siempre apostó al diálogo y consenso con otros bloques para aprobar ordenanzas y propuestas.
La cuestión es que más allá de que Galli no es amigo de esta situación, se encontró con los 10 concejales a su favor: tras contener a Celeste Arouxet y retener la presidencia, el voto doble también lo beneficia. No será una escribanía, desde ya, pero está claro que salvo alguna excepción como ya tuvo, todos los proyectos enviados por el Ejecutivo serán votados por el bloque.
En esa construcción o deconstrucción política, aparece la oposición: hubo charlas donde se dejó en claro que la dirigencia política necesita una “reconstrucción” pero por fuera del Concejo. La gran pregunta, claro, es dónde será esa reconstrucción.
“Todos debemos repensarnos” dijo una fuente opositora, poniendo en ese lugar incluso al propio Galli, del que –por ahora- no tendrá reelección y tendrá que construir a un sucesor.
De todos modos, en el gobierno municipal hay mucha tranquilidad: se aguarda el final del año en pleno trabajo, esperando la aprobación en la suba de tasas y el Presupuesto, sumado a la reubicación de dirigentes que quedaron sueltos en el cierre de listas (como pasó con Juan Ignacio Fal y Carolina Espinosa).
Fal y Espinosa llegan a dos lugares con su importancia de cara a lo que viene. Con mucho diálogo entre bloques, en la búsqueda de acuerdos y negociaciones para que las ordenanzas salgan con el mayor consenso posible, Juan Ignacio Fal será prosecretario del Concejo Deliberante, un cargo administrativo pero con mayor carga política. Espinosa, por su parte, tomará un lugar hecho para concejales: la dirección de Regularización Dominial, donde sucederá no sólo a Bruno Cenizo en su momento, sino también a Martín Endere que asumirá el 9 de diciembre.
Dálton Jáuregui se tomó una licencia por dos años de su banca como senador provincial y todo parece indicar que no volverá. Un acuerdo de Federico Salvai con los distritos de Azul y Olavarría generó que ahora asuma Lucrecia Egger, abogada azuleña. Este movimiento pasó por varios estadios: del elogio por ser un “hombre de palabra” a la fuerte crítica por salir y, a su vez, hacer perder a Olavarría un lugar clave en el Consejo de la Magistratura. “Son acuerdos que jamás se respetan, solo es la palabra” dijeron desde la oposición.
Desde el Municipio la palabra fue mucho más prudente e incluso a favor de Jauregui: “los acuerdos están hechos para ser cumplidos” dijo el jefe comunal Ezequiel Galli en charla con Infoeme, acompañando la decisión del ex senador de tomarse licencia para la llegada de Lucrecia Egger.
Ahora, ¿qué hubo de fondo? Se leyó y escuchó mucho la amenaza del regreso de Hernán Bertellys al Frente de Todos (vía Alejandro Vieyra, su Jefe de Gabinete y, también, esposo de Egger) ahora que los vientos le soplan a favor. Pero, ¿eso alcanza para generar una licencia en un cargo tan importante? ¿O simplemente fue la manera de ejercer presión por si el acuerdo no se cumplía?
Lo de Eseverri en el Ministerio de Obras Públicas junto a Gabriel Katopodis quedó en stand by, a la espera de novedades en el gabinete de Alberto Fernández. Por ahora, lo único que está confirmado es que lo presentará el 6 de diciembre. Nadie se baja de la versión de Katopodis como Ministro de Obras Públicas, por lo cual todo sigue exactamente igual.
¿Qué pasará con los dirigentes que lo acompañaron y son del puro eseverrismo? Iguerategui es, quizás, el que más chances tiene de mantenerse en el seno político. De todos modos, desde el espacio mantienen la prudencia de no decir “nada que no es” y se afianza en charlas, diálogos y acercamientos que mantienen con otros dirigentes. Provinciales y nacionales, eso sí.
El concejal Federico Aguilera estuvo varios días en Capital Federal y La Plata, con un objetivo que aún no se sabe públicamente, al menos en la agenda mediática. “Por ahora sigue en el Concejo” señalaron, dando sepultura a una fuerte versión que hablaba de la salida del edil para obtener un cargo provincial o nacional.
Incluso, esta confirmación –por ahora- muestra una versión distinta a la reconstrucción gerencial política: el principal dirigente opositor (electoralmente hablando) seguirá en el Concejo Deliberante más allá de la coyuntura que tiene a favor el intendente Galli. Y el planteo de reconstruir la dirigencia tiene una arista más, que suma a Galli buscando sucesor (por ahora) y a otros opositores que creen que se debe construir por fuera del HCD.
En el mientras tanto, lo que sí intentaron hacer saber es, otra vez, el enojo que hubo por ciertas actitudes que habrían tenido dentro del espacio Frente de Todos en el armado de listas y la configuración de la campaña. Todo, en voz baja y sin querer levantar la voz (ni la figura) para nada.
En esa sintonía, el pasado lunes hubo una charla del politólogo Pablo Palazzolo en el Partido Justicialista, organizado por Renovación Peronista. Lo curioso del caso es que quien presentó la charla y recibió agradecimientos por las gestiones realizadas fue Alicia Almada. Entonces, ¿qué relación tiene Almada y Renovación Peronista? Desde hace unos días, mucha: es que la dirigente se incorporará al espacio que seguirá –por ahora- dentro del interbloque del Frente de Todos.
Siguiendo con el destino de los dirigentes del interbloque del Frente de Todos, se logró saber en el ámbito de la misma charla que Marcelo Latorre cerró el local de Copebo por los costos altos que representa mantener un espacio físico abierto, y también se lamentó haber quedado en un lugar secundario no sólo en las decisiones, sino en las negociaciones para el futuro.
De todos modos, el final sigue siendo abierto: el Frente de Todos tendrá en la ciudad la posibilidad de elegir dirigentes para estamentos provinciales y nacionales. Algunos, en silencio, ya se postularon. Pero en lo concreto hay poco y nada. “A fines de diciembre quizás hay algo” fue la respuesta ante la consulta del medio. Todo depende, claro, de la definición de ministros. “No hay que ser ansiosos, esto es de arriba hacia abajo”.
Este momento extraño, que tiene a todos “en veremos” no deja de ser un momento para ver cómo se está pensando el futuro. Después se analizará cómo queda el escenario político con las piezas en el tablero, pero mientras tanto las decisiones, las versiones y las miradas vislumbran un cambio fuerte en la forma de hacer política, que se suma a la ya polarización extrema que corroboramos en las elecciones.
De un lado u otro, la reconfiguración también deja cuestiones interesantes a analizar, para ver cómo se controla la tropa, las peleas internas, y que todos tiren del carro para el mismo lado. “Los melones se acomodan solos” se dijo en la política olavarriense un tiempo atrás. Veremos si, otra vez, se ratifica el dicho.