Desde la Facultad de Ingeniería de la UNICEN informaron que poco más de 300 aspirantes registraron su ingreso a la FIO este 2020. Este número suele incrementarse durante el año en función de algunos trámites rezagados o la reapertura de inscripción para el segundo semestre. Ya en 2019 se había marcado un récord de estudiantes inscriptos para cursas sus carreras.
En el análisis realizado por la casa de altos estudios se enumeran múltiples causas entre las que se encuentran “el contexto de crisis macroeconómica” que lleva a elegir carreras técnicas. Asimismo, “esas mismas dificultades económicas provocan que varios jóvenes que hubiesen optado por seguir carreras fuera de su localidad, deban quedarse por no poder afrontar los costos de un emprendimiento de esa envergadura”.
“Eso se marca en los números”, aseguró Gabriela Unzaga, responsable del Área de Promoción de la FIO. “En estos últimos años ha crecido la cantidad de olavarrienses que se anotan para estudiar aquí, lo que estaría confirmando esa hipótesis”, afirmo.
El decano Marcelo Spina señaló que “tenemos prestigio académico, rápida salida laboral, una escala perfecta para que cada estudiante preserve su individualidad, una oferta de servicios paralelos a lo académico que ayuda a la vida cotidiana, es claro que terminamos siendo una alternativa muy seductora”.
Según Gabriela Unzaga, “las carreras clásicas como Ingeniería Civil, Química o Electromecánica sostienen su matrícula. Pero otras carreras que son más jóvenes han agregado atractivo y contribuyen al crecimiento. Las Ingenierías Industrial o en Agrimensura, las Licenciaturas en Tecnología Médica, en Enseñanza de las Ciencias Naturales, o en Tecnología de los Alimentos, así como el Profesorado en Química, empujan mucho porque son cada vez más reconocidas y buscadas”.
La Ingeniería resulta un caso especial porque, ante los cambios tecnológicos del mundo, se ha visto obligada a reforzar la multiplicidad de su oferta académica, inaugurando nuevas especialidades. “Pero las carreras clásicas, las Ingenierías convencionales, conservan una vigencia plena, tanto en la elección de los aspirantes como en la salida laboral”, sostuvo Unzaga.
Por otra parte, agregó que “en la FIO tenemos una agresiva política de inserción en la región, con un programa de promoción que nos permite llegar a las localidades cercanas. En esa instancia, no solo damos a conocer nuestra oferta, sino que nos permite pulsar la realidad de esos lugares para hacer los ajustes necesarios”.
Los indicadores nacionales muestran un crecimiento sostenido de la mujer en su participación en las carreras de Ingeniería. Las barreras que apuntaban a considerarlas como carreras orientadas al mundo de los hombres se han derribado, y cada vez más chicas se inscriben para estudiarlas.
No obstante, la FIO resulta un caso particular. Según Gabriela Unzaga, “hemos sido pioneros en la inserción femenina no solo para estudiar Ingeniería, sino para conducir la institución, investigar, innovar. Las mujeres encuentran en la FIO un lugar especialmente amigable, y el hecho de que cada estudiante no sea un número ayuda mucho a comprender la problemática singular de cada mujer. Por eso este año registramos un 35% de matrícula femenina, un número que repite la tendencia de los dos años anteriores y que está muy por encima de la media nacional para carreras similares, que apenas supera el 20%”.
Fuente: Facultad de Ingeniería