El gobierno de la provincia de Buenos Aires se encuentra preparado para vacunar a la población contra el coronavirus, en un operativo que comenzó con la adaptación de los protocolos de las vacunas para poder capacitar a los aplicadores y que coincidió con el viaje la viceministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, acompañada por una delegación de técnicos de la provincia.
La reunión de la vicepresidenta Cristina Fernández con el embajador de China Dmitry Feoktistov, que tuvo lugar en Buenos Aires, pareció indicar que será la vacuna que desarrolló ese país, la Sputnik V, la que finalmente se aplicará en la provincia.
Fuentes oficiales del Gobierno bonaerense explicaron a que puede ser esa la vacuna que primero se aplique pero también puede ser la que elabora Astra Zéneca con la universidad de Oxford, en la que participa el laboratorio argentino mAbxience o la de Pfizer, que también se está testeando en el país. “La que esté disponible primero”, dijeron.
Sin embargo, el gobierno confirmó que una delegación de técnicos del ministerio de Salud provincial fue a Rusia con Vizzotti “a evaluar los resultados de la vacuna” y que también participó del viaje personal administrativo para controlar el proceso de compra internacional implicado.
Aunque los tiempos de aplicación no están definidos, sí se sabe que la provincia prepara 2900 postas de vacunación en todo el territorio, cada una de las cuales puede dar 200 vacunas por día. Con ese esquema en pleno funcionamiento, que se suma a los 2900 vacunatorios que ya funcionan, se podría inocular a 8 millones de personas en 15 días.
Si bien está directamente atado a la vacuna que llegue y a la cantidad de dosis disponibles, la PBA ya cuenta con un relevamiento cuantitativo de la población priotaria a vacunar que llega a los 6 millones de personas: esto incluye, personal de salud, mayores de 60, mayores de 18 con factores de riesgo, policías y docentes.
También se informó que se pusieron en marcha los protocolos para capacitar a las y los vacunadores, porque todas las vacunas tienen alguna particularidad en su método de aplicación, los cuidados y la manipulación de las dosis.
El Instituto Biológico Tomas Perón inició los procesos de producción de alcohol a gran escala para poder abastecer las puntos de vacunación y tener la cantidad suficiente para el período de vacunación.