Una mujer azuleña denunció que su hijo fue brutalmente golpeado por un policía tras un incidente sucedido en un local de la vecina ciudad.
Según informaron autoridades de Seguridad, el joven, identificado como Emmanuel Oscar Lizazo, de 25 años, había sido arrestado por “atentado y resistencia a la autoridad, desobediencia y lesiones” el sábado, cuando el mismo habría sido encontrado “arrojando piedras contra el frente de Finnegan”, un local situado en la calle San Martín y Necochea de la ciudad.
Fue en esas circunstancias, según lo manifestado, que, después de arribar en un patrullero, un policía intervino golpeó al joven.
Por dichas lesiones, la víctima tuvo que ser hospitalizada.
Según lo expuesto en el informe oficial, estando en la comisaría, tanto el joven aprehendido como el policía que lo redujo “acusaban dolores varios”, por los que tuvieron que ser llevados al Hospital Pintos, donde luego de estar internados en observación a ambos les dieron el alta.
En base al hecho, desde la Estación de Policía Departamental de Seguridad de Azul indicaron que por lo sucedido “se extraerá copia administrativa”, con la finalidad de “deslindar responsabilidades y evaluar el accionar del efectivo policial”.
Pero Karina Roldán, la azuleña de 51 años madre del joven aprehendido, desmintió la versión dada por la Policía, y afirmó que en realidad a su hijo lo aprehendieron sin haber tenido absolutamente nada que ver con el incidente sucedido en las afueras del comercio y que, además, el policía que lo agredió no arribó en el patrullero, sino que s encontraba “de civil” dentro del boliche al que había ido su hijo.
Aparte de eso, declaró que, tanto cuando fue reducido y esposado en el lugar como también en el momento en que lo trasladaron en el patrullero, su hijo fue brutalmente agredido por uno de los policías que intervino en el procedimiento.
El mismo, según la compungida madre, “estaba vestido de civil”.
De acuerdo con el relato de Roldán, eran alrededor de las 6 de la mañana cuando su hijo salió de Finnegan y que luego “intentó regresar a ese local a buscar un suéter que se había olvidado”, momento en que el policía, que estaba dentro del boliche vestido de civil, lo agredió.
El efectivo acusado fue identificado como Hernán Batistelli.
“Cuando mi hijo volvió a buscar el suéter, este policía lo redujo, lo tiró al piso y llamó a un móvil. Ahí empezó a pegarle patadas, mientras mi hijo estaba esposado en el piso. Después, cuando lo subieron al patrullero, le siguió pegando hasta llegar a la comisaría”, denunció la mujer.
Pero la violencia no terminó allí, ya que una vez que Lizazo fue encerrado en el calabozo de la Seccional Primera el mismo policía “lo siguió golpeando hasta dejarlo inconsciente”.
“Lo atacó a trompadas y patadas en la cara y el cuerpo. Después, tuvieron que esperar una orden para que viniera una ambulancia y llevar a mi hijo al hospital”, afirmó Karina Roldán.
En el Hospital Pintos, el joven de 25 años permaneció en el Shock Room, esposado, aguardando ser atendido.
“Él no tiene nada que ver, en ningún momento tiró piedras. Eso lo informó la Policía para encubrir al que le pegó”, afirmó Roldán.
En la tarde de este domingo, las fuerzas de Seguridad liberaron al joven y, aparte, le dieron el alta desde el centro asistencial municipal, aunque, según su madre, “todavía está en cama, con la cara desfigurada por los golpes que este policía le dio”.
(Fuente: El Tiempo de Azul)