Las medidas implementadas por el Banco Central para las operaciones en dólares causaron un fuerte impacto en la economía local. En el sector agropecuario se suma a la ya existente inquietud por la fuerte sequía que atraviesa gran parte del territorio nacional. Si bien en Olavarría una primavera lluviosa puede mejorar la situación actual, la incertidumbre respecto al dólar es el tema más preocupante.
En diálogo con Infoeme, Sebastián Matrella, el presidente de la Sociedad Rural de Olavarría, se refirió a la disparidad del precio de la moneda extranjera a la hora de exportar la producción local. “El productor está recibiendo un dólar, en el caso de la soja que no llega a $50 y hoy estuvimos viendo que el dólar se está yendo casi a $130. Estamos muy lejos de lo que se está recibiendo y hay que ver a cuánto se lo va a conseguir cuando el campo tenga que comprar los insumos para la nueva campaña”.
El trabajo en el campo ha sido una de las actividades exceptuadas en medio del confinamiento por la pandemia, por lo que han mantenido el movimiento económico en estos últimos meses. Sin embargo, la situación cambiaria hace que el futuro no esté del todo claro. “Hay muchas cosas que se importan y si no hay dólares para comprarlo seguramente va a haber que adquirirlo a un dólar mucho más caro. Esa es la gran problemática que vamos a enfrentar en el sector agropecuario”, señala Matrella respecto al futuro del sector.
Esto se produce en un contexto en el que el país, sobre todo el centro-norte, se encuentra afectado por una fuerte sequía. En Olavarría la situación no es tan preocupante como en otras zonas, con una primavera lluviosa puede recomponer la producción. “El año pasado tuvimos una primavera con mucha seca y ha repercutido muy gravemente este año en el sistema pastoril de Olavarría. Esperemos que en esta primavera se revierta el tema del agua porque si no el invierno que viene va a estar muy complicado para el productor olavarriense”, señaló sobre las expectativas para las futuras cosechas.
A estas problemáticas se suma la baja en el precio de la hacienda. “La ganadería está muy atada al consumo interno y los precios se mueven con oferta y demanda. Como la gente está pasando por un mal momento, no permite que el consumo de carne crezca. Y las exportaciones, si bien están abiertas, estos últimos días ha habido un retroceso en los precios. Lo único que baja en el país es el kilo vivo de carne”, afirmó el titular de la Sociedad Rural local.