Este domingo, Básquet Plus dio conocer la historia del extranjero que se convirtió en argentino por adopción y que se lució en las épocas doradas de Estudiantes en la Liga Nacional.
Byron Wilson jugó en Estudiantes en la temporada 2000/2001, logró el título en la máxima categoría del básquet nacional pero su historia va más allá de la buena experiencia en el Parque Guerrero donde además sumó otros 3 títulos.
Los ídolos de cada país generalmente son de ese lugar. Héroes nacionales que simbolizan los deseos y anhelos de los individuos de las sociedades. Sin embargo, a veces se dan excepciones y los extranjeros se convierten en mártires de la zona en la que se desempeñaron tantos años. Uno de esos casos tiene nombre y se lo conoce como Byron Wilson, el foráneo que se transformó en argentino por adopción.
Nacido en Gary, Indiana, el arribo del escolta a la Argentina se dio en 1994, adonde jugó en el Sport Club de Cañada de Gómez y promedió 30.1 puntos por juego bajo las órdenes de quién más sino que Julio Lamas. Luego, en la 1995/96 partió a Deportivo Roca y allí también logró ser el goleador del equipo. Tras esa experiencia comenzó la mejor parte y llegó a Boca Juniors, lugar en el que fue una parte importante en el primer grito de campeón del conjunto porteño en la 1996/97.
Luego volvió a Roca de la mano del Huevo Sánchez, y tras esa experiencia llegó a Estudiantes de Olavarria, adonde otra vez volvería a salir campeón de la Liga Nacional en la campaña 2000/01, con Sergio Hernández en la dirección técnica.
En su paso por el “bataraz” donde llegó para reemplazar a J.J. Eubanks, el estadounidense logró la obtención del título nacional al derrotar en quinto juego a Libertad de Súnchales, la Liga Sudamericana, la Copa de Campeones y el Panamericano de Clubes donde fue protagonista principal al anotar 41 puntos en la Semifinal frente a Peñarol que se definió en suplementario.
Byron Wilson, además en su experiencia en Olavarría, fue seleccionado como el jugador más valioso de las finales de la temporada, pero toda historia tiene un pero… y el jugador debió emigrar del país tras la crisis económica del 2001; allí se dio su arribo a España, en donde obtuvo el ascenso a la ACB con Alicante.
Sin embargo su corazón estaba en Argentina y siempre se vuelve al primer amor, por lo que en 2003 volvió al país para jugar, primero en Atenas y después en Boca. Allí otra vez demostraría su temple y su personalidad ganadora, siendo partícipe fundamental del campeonato tras vencer en la final a Gimnasia por 4-2.
Después fue a Quilmes y Obras, y hasta se dio el lujo de jugar en los dos equipos del clásico marplatense tras fichar con Peñarol en 2007. Lamentablemente, su rendimiento no fue el ideal y los dirigentes lo dejaron ir. El destino lo puse en El Nacional de Monte Hermoso y a partir de ese momento comenzó a deambular por el país hasta que finalizó su carrera en la Asociación Italiana de Charata en 2010.
En total, el foráneo consiguió seis títulos: tres ligas nacionales (1996/97, 2000/01 y 2003/04), una Liga Sudamericana (2001), un Panamericano de Clubes (2000) y una Copa de Campeones (2000). A su vez, fue el MVP de las finales de la Liga Nacional en los tres campeonatos logrados y el mejor extranjero de la temporada en la campaña 1997/98.
Nació en Estados Unidos, pero lo adoptó Argentina. Se labró un nombre y fue uno de los extranjeros más recordados a nivel nacional. Demostró actitud y un carácter ganador que lo diferenció de sus pares. Era un vencedor empedernido, de esos que odiaban ser derrotados. Lo consiguió todo, pero su huella se implantó gracias a su personalidad. Fue querido por todos y amado por varios más. Una leyenda exclusiva. Un verdadero producto bruto interno.
Fuente: Basquetplus.com
Vídeo: Uno contra Uno