Este sábado 15 de febrero desde las 20:30 la Mutual de Arte Popular Murga Arrebatando Lágrimas presenta la doceava edición del “Carnaval de Locura”. El festejo popular será en el barrio Hipólito Yrigoyen y fue denominado “La Pacha, bandera de amor y transformación”.
Infoeme compartió una jornada de trabajo en la previa al carnaval. Ingresar al salón de CEC N° 802 es transportarse a otra dimensión, pasar a un mundo murguero. En un sector, un grupo se dedica a la construcción del momo: cartón, papeles y engrudo le dan forma a la estructura de alambre.
En un salón se arreglan mil metros de banderines. En otro, mamás de los murgueros confeccionan “latinoaméricas” que estarán plasmadas en banderas. Más allá, el telón confeccionado por la artista plástica Maite Destrez marca la estética de la murga. Un equipo de comunicaciones trabaja en redes, otro grupo termina los personajes, los soldadores se preparan para arreglar las gradas y muchos otros, realizan mandados para la cantina que servirá para autofinanciar todo el despliegue. Adelantaron que habrá choripanes y comida vegetariana y vegana.
Ariel Rodríguez, histórico referente de Arrebantando contó que están muy contentos porque “hemos hecho una ronda de pequeñas entrevistas con nuestros vecinos para que ellos nos cuenten qué les pasa, qué sienten, cómo ven el hecho de que convivamos en este barrio y que de a poco más gente se sume. La respuesta fue favorable, hay una mirada positiva y constructiva”.
Es muy importante para nosotros vincularnos con los vecinos y aprender a convivir, señaló Rodríguez.
En la previa al carnaval se respira la magia de la celebración popular y la construcción colectiva. No como un eslogan sino como el resultado de casi 21 años de trabajo y arte en la ciudad.
“En los últimos 15 días hemos tenido la sorpresa de que nos han declarado de interés legislativo tanto municipal como provincial desde el espacio del Frente de Todos. Esto nos pone en otro lugar y en otra responsabilidad por lo importante que ha sido la murga, siempre manteniendo una coherencia, aprendiendo, aggiornándonos a los tiempos que corren, tratando de ser cada vez más inclusivos, más diversos, heterogéneos y libres”, relató Rodríguez.
El murguero indicó que las palabras “colectivo” o “popular” pueden ser muy bellas pero llevar esa definición a la práctica cotidiana requiere de varios ejercicios y de coherencia interna. La murga esencialmente es crítica, muestra una realidad, destaca voces que tal vez no son las más escuchadas.
Ese rol es tomado con responsabilidad por Arrebatando Lágrimas y se basa en algunos principios: “Siempre estar con los trabajadores y trabajadoras, estar con los más desprotegidos, tener en cuenta que no podemos hacer aquello que criticamos, que no podemos apoyar ninguna medida regresiva”.
En el camino recorrido contó que “hemos aprendido a tener un vínculo institucional sea el color que sea el de los partidos, pero nunca vamos a dejar de decir o de hacer. Creo que esto la clase política lo ha entendido. Ese es un fenómeno cultural: han aprendido a convivir con lo que nosotros hacemos”.
Durante la entrevista, Nicolás Miranda Gómez de 12 años se acercó para contar que “hace 6 años que vengo. Mis primos vivían acá y siempre que escuchábamos los bombos veníamos. El primero que vino fue mi hermano que tiene 16 años y es bastante fanático”.
A Nicolás lo que más le gusta hacer “es armar cosas”, entre ellas el Momo que “va a ser una cara con la bandera whipala. En la cabeza tiene caracoles que representan los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire. Y también va a estar representado el ejército zapatista”.
El mate lavado sigue circulando. Afuera llueve, pero adentro ya es carnaval.