Meses atrás – desde el 26 de junio para ser más exactos – Carlos Cordero salió de su casa en horas de la mañana, y desde ese momento no lo volvieron a ver.
A las horas, su auto aparecía incendiado al costado de la intersección de la avenida Colón y Calle 5.
La búsqueda de los siguientes días fue intensa: helicópteros, caballería y todas las fuerzas de seguridad de la ciudad estuvieron abocadas más de una semana a la investigación del paradero del hombre de 60 años.
En principio la causa estuvo a cargo de la Dra. Viviana Beytía, quien se encontraba en cubriendo la UFI Nº 4. Tras unos días, tomó la causa la Dra. Paula Serrano.
A los 11 días, un cuerpo fue hallado carbonizado y con signos de mutilación en inmediaciones al santuario del Gauchito Gil, ubicado en Junín y Ruta 226.
Tras realizar la autopsia en el Instituto de Ciencias Forenses Norte de la Procuración General bonaerense, comenzaron las pruebas de ADN.
Este jueves, tras meses de espera, se conoció que el ADN extraído del cuerpo coincide con el de la hija de Carlos Cordero.
Cabe recordar que por el hecho hay dos detenidos formalmente: Claudio Daniel “Chaco” Ibarra Arrieta, y su pareja, Anabella María José Landalde.
Ambos se encuentran imputados por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y su comisión con alevosía” en calidad de partícipe primario, siendo Ibarra el autor y Landalde en presunto grado de complicidad en el crimen.