Culminó la etapa investigativa en el marco de la investigación de las agresiones sexuales contra una adolescente, que tuvieron como escenario el local de una agencia de turismo ubicada en el microcentro local. Así fue entendido por el juez de Garantías Carlos Villamarín, quien acompañó el planteo esgrimido desde la fiscalía Nº 4, de la doctora María Paula Serrano, y elevó a juicio las actuaciones.
Vale destacar que en la instrucción de la causa también se contó con la labor José Iturralde, al frente de la ayudantía fiscal en Delitos contra la integridad sexual, y su equipo de trabajo. Ahora todo pasó a manos de la Cámara de Apelaciones y Garantías, que deberá determinar el Tribunal interviniente, para luego ya poder definir la fecha de las audiencias.
Se trata de los hechos que se registraron sobre la madrugada del 28 de abril del 2018, hace prácticamente un año, en un local ubicado sobre Belgrano al 3200. Fue en ese sitio, más precisamente en un ambiente ubicado en el primer piso, donde una adolescente fue víctima de diversas agresiones sexuales, tal cual lo expuso en la declaración que formuló horas más tarde.
Por esos hechos se encuentra actualmente detenido Néstor Pola, quien afronta la acusación más gravosa, por lo cual se explica su actual alojamiento en una sede carcelaria. Está imputado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal”, tal cual le fue enrostrado por la fiscal María Paula Serrano y convalidado por el juez de Garantías Carlos Villamarín al elevar a juicio las actuaciones.
El joven prestó declaración indagatoria en distintos momentos, las más reciente hace algunas semanas en la sede judicial local. Su defensor presentó diversos planteos durante la instrucción, entre ellos el sobreseimiento y un cambio drástico en cuanto a la hipótesis del caso, pero nada de ello tuvo recepción favorable.
Similar fue lo que sucedió en cuanto al otro acusado, Juan Garay, sobre quien no sólo se pidió el sobreseimiento, sino también el cambio de carátula e inclusive afrontar un juicio por separado. Nada de ello prosperó y el juez de Garantías resolvió elevar también las actuaciones en su contra, encuadradas bajo la figura penal de “abuso sexual gravemente ultrajante”, algo que fue entendido en virtud al grado de “vulnerabilidad” de la víctima al momento de las agresiones sexuales.