La Unión Tranviaria Automotor (UTA), el gremio que reúne a los colectiveros, acordó de palabra con el Gobierno un aumento salarial de 31% en tres cuotas por seis meses y marca así la pauta de referencia que Sergio Massa pretende trazar para el inicio de las paritarias.
El acuerdo, que contempla una revisión por inflación, se firmaría en estos días, después de una reunión que está prevista entre funcionarios del Ministerio de Transporte y los empresarios del rubro para definir el reparto de los subisidios.
“Nosotros tenemos el acuerdo cerrado con el Gobierno y ahora falta que el Gobierno acuerde con los empresarios. Es una negociación aparte, pero entre hoy y mañana debería resolverse. Tenemos que colaborar para bajar los costos y la inflación”, dijo a Roberto Fernández, el jefe de la UTA desde 2008 y que revalidó recientemente su poder. De concretarse la suba, el salario inicial de los choferes se elevaría a $210.000 y beneficiaría a 80.000 trabajadores, aproximadamente.
Con este aumento, el Ministerio de Economía pretende encauzar las negociaciones salariales en torno al 60% anual, en línea con la proyección inflacionaria incorporada por el ministro en la ley de Presupuesto que fue avalada por el Congreso. Podría haber acuerdos salariales similares en las próximas semanas en los siguientes sectores: bancarios, textiles, mecánicos, mercanriles, Sanidad y los estatales de UPCN, entre otros.
La intención de la CGT es “bajar las expectativas inflacionarias” para este año, en el que el gobierno se jugará su continuidad en el poder. De hecho, los sindicatos que negociaron el acuerdo adhieren a la coalición oficialista Frente de Todos.
Hasta el momento, la única paritaria sellada en 2023 había sido la de la Federación de Aceiteros, que obtuvo un 41% por el primer semestre y elevó el sueldo básico de la actividad a $320.000.