En medio de la controversia generada por el derrame de lixiviados en el arroyo Tapalqué -que desembocó, entre otras cosas, en el despido de un empleado de la empresa Malvinas Argentinas-, en la mañana de este martes los trabajadores del área iniciaron un paro por tiempo indeterminado con el objetivo de visibilizar el reclamo por la reincorporación de su compañero.
Fue en las primeras horas de este martes que los trabajadores decidieron poner en marcha la medida de fuerza y suspender las tareas de barrido y recolección “hasta que se haga efectiva la reincorporación de compañero desvinculado”, por lo que se apostaron afuera de la empresa en forma de manifestación.
En base al reclamo de los trabajadores, para la mañana de este martes se había fijado una audiencia en el Ministerio de Trabajo, en la que se esperaba llegar a una solución o acuerdo entre las partes, pero fue suspendida y reprogramada para el miércoles, por cuestiones ajenas al conflicto.
Fue hace menos de un mes que los trabajadores denunciaron las supuestas irregularidades en la forma en que la empresa trataba los líquidos lixiviados generados por los residuos del relleno sanitario y difundieron diferentes videos en los que podía verse cómo los mismos eran descargados en la cuenca del arroyo Tapalqué.
A partir de este hecho, y en medio de una serie de acusaciones cruzadas, la empresa desvinculó a uno de los trabajadores -al que le atribuyó la responsabilidad del derrame de los lixiviados-, lo que inició el reclamo de los empleados, que aseguraron que la empresa sí estaba al tanto de la forma en que se estaban tratando los mismos.
Más allá de las versiones cruzadas entre los trabajadores y la empresa de recolección, la noticia causó una gran preocupación en gran parte de la población, principalmente por los peligros que el tratamiento inadecuado de dichos líquidos representa para la salud de la población, por lo que el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible y la Autoridad Agua realizó una inspección para corroborar el estado y el trabajo que se estaba realizando en el área de relleno sanitario. Según lo que manifestó el municipio en ese momento, dicha inspección habría dado como resultado “el correcto funcionamiento” de las mismas celdas, aunque no faltaron versiones cruzadas que ponían en tela de juicio tales afirmaciones.
Poco después, en el medio de una sesión muy controvertida del HCD, el martes 30 de noviembre diferentes concejales trataron un pedido de informe al Municipio que tenía como objetivo que el mismo dé cuenta cómo la empresa estaría llevando a cabo el manejo de tales líquidos residuales. En el medio de esa sesión, el concejal Juan Sánchez llegó a presentar entre los diferentes ediles una muestra de lixiviados que él mismo había recogido un día antes del lugar en donde trabaja la empresa, y, aparte de eso, se explayó sobre los diferentes daños a la salud que la interferencia de estos líquidos en el ambiente puede causar en la población.
Según adelantaron los trabajadores, el paro sería por tiempo indeterminado, por lo que pidieron “disculpas a toda la ciudad de Olavarría por la suspensión del barrido y la recolección”.