En el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el arzobispo de Buenos Aires Mario Poli anunció la suspensión de la 46º Peregrinación Juvenil a Luján, que se realiza el primer fin de semana de octubre. Afirmó que desde la organización resolvieron no convocarla debido a la imposibilidad de brindar servicio sanitario durante el recorrido. “Este año la peregrinación no se hace de la forma que habitualmente la hemos hecho. Sepan ustedes que tenemos que rezar mucho, pero rezar en nuestras casas”, señaló.
La multitudinaria convocatoria es una de las más importantes de América Latina y reúne a más de un millón de fieles. La organización cuenta con distintos puntos de apoyo en el que se convocan voluntarios, servicios de seguridad y sanitarios desde Liniers hasta Luján.
Este año la convocatoria era para el sábado 3 y domingo 4 de octubre, bajo el lema “Madre, abrazanos. Queremos seguir caminando”. El párroco de la Iglesia San Vicente de Paul, Estanislao Fariña, se refirió a esta decisión: “Nos parece que es una medida adecuada en este contexto, ya que generaría un gran aumento de los casos de coronavirus porque van personas de muchos lugares distintos. Sería muy difícil mantener la distancia en todo el recorrido, en el uso de los baños y en la llegada al lugar”.
Esta parroquia organiza el viaje a Luján desde 2013, cuando el sacerdote Andrés Pérez se encontraba a cargo de la misma. Luego de su traslado a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de la ciudad de Tandil, el padre Estanislao continuó con la organización. En 2019 viajaron casi 250 peregrinos distribuidos en 5 colectivos.
Para este año, debido a la situación de la pandemia no habían comenzado con la organización a la espera del desarrollo de la situación epidemiológica. “Es una noticia que ya la habíamos imaginado. Por eso este año no habíamos comenzado a organizarlo”, cuenta el sacerdote a Infoeme.
El padre Estanislao se sumó al pedido de Mario Poli de rezar y agradecer a la Virgen desde sus hogares. “Me parece lindo recordar el mensaje del Padre Mamerto en la Basílica de Luján donde nos dijo que, así como en una familia cuando los hijos se enferman la madre va a visitarlos, ahora debemos poder recibir a María que nos quiere visitar personalmente en nuestros hogares”.