El proyecto de cupo laboral trans, que dispone la contratación por parte del Municipio en una proporción no menor al 1% de la totalidad de su personal, fue aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante este jueves en la última sesión ordinaria de este 2020.
“Se votó a favor, así que tengo mucha emoción, se trata de dar un paso más como ciudad, que eso está muy bueno. Espero que a partir de esto realmente se empiece a implementar en la práctica, en la realidad”, contó Victoria Altavista, reconocida activista por los derechos LGTBI+ de la ciudad y, aparte, la primera trabajadora trans de la Municipalidad de Olavarría. Aunque ella no ingresó a su trabajo por la Ley de Cupo, la apoyó y respaldó desde un primer momento, como una medida que aboga “por una sociedad más igualitaria, más diversa”.
El proyecto, que tiene como objetivo hacer efectivo los derechos y promover la igualdad, será de implementación progresiva, al menos de a 4 personas por año. Originalmente era del bloque Unidad Ciudadana y fue expuesto hoy por la concejala Alicia Almada, quien, tras la votación, pidió que el oficialismo explique por qué no acompañó dos artículos -el Nº 8 y el Nº 9- relacionados a la capacitación de las personas para que puedan acceder a los puestos de trabajo. Bruno Cenizo, presidente del Concejo, consideró que se debía seguir con la sesión porque “la instancia de debate ya había terminado”.
“Compañeras, hemos ganado una batalla más, me alegra mucho que estemos unidas para festejar este avance, hoy dimos un paso más en nuestra lucha colectiva por la igualdad y la reivindicación de nuestros derechos como personas humanas. Estos derechos que son tan básicos, y que nos han negado. Todavía falta mucho más. Todas hemos sido violentadas. La sociedad patriarcal en la vivimos nos ha querido esconder, nos han reprimido, ya de chiquitas somos cuestionadas, o expulsadas de nuestros casas por ser distintas, por romper con estereotipos. Esta ordenanza es muy importante”, anunció la militante en el HCD. También pidió a los concejales “que se pongan en nuestro lugar, que entiendan nuestra causa, de tener que luchar contra una sociedad que mucho no te apoya, o el mismo hecho de tener que reclamar por un trabajo, que es terrible”.
“Tenemos que batallar para alcanzar leyes que sean más abarcativas, que el cupo se amplíe al sector privado, que no sea un límite, nos falta el acceso integral a la salud, a la vivienda, a la educación. Por esto, los militantes, las organizaciones y los referentes celebramos, pero seguimos en pie de lucha, porque los derechos no se negocian, se ganan y se pelean”, concluyó Altavista.