Uno de los casos policiales más estremecedores de la historia de Olavarría se produjo hace exactamente un año atrás en el barrio Independencia.
El 6 de abril de 2018 la Ciudad se veía sacudida por la muerte de una mujer y sus dos pequeños hijos en una vivienda de calle Piedras y Pelegrino, en lo que se pensaba era un trágico incendio y derrumbe.
La cuarta persona que había estado en la escena, padre y esposo de la familia, alcanzó a salir del lugar con quemaduras en la mitad de su cuerpo y fue hallada una quinta de Pueyrredón y Ruta 60, hacia donde se creía, se había dirigido en “estado de shock”.
Pero las pericias posteriores encargadas por la fiscal Viviana Beytía darían al caso un giro más macabro: las víctimas habían sido previamente ejecutadas a balazos y daban cuenta de un caso de femicidio e infanticidio sin precedentes para la historia local.
Verónica Montenegro de 31 años, presentaba un disparo al igual que el pequeño, Ezequiel Ríos (8) y Jazmín Ríos (11) tres heridas de arma de fuego. Todos habían sido hallados dentro de una habitación de la casa.
El asesino, esposo y padre de la familia, Edgardo Ríos (48), murió dos días en el Hospital producto de las importantes quemaduras.
En la escena se halló un trapo con "líquido combustionante", un arma quemada y también se secuestró una carabina. Un familiar del acusado, había sido demorado inicialmente por presunto “encubrimiento”.
La investigación que condujo la fiscal Beytía quedó caratulada como "Triple homicidio agravado por el empleo de arma de fuego y por el vínculo”.
Durante una conferencia de prensa, la titular de la UFi 10 se refirió a la tutela de los menores y alertaba que “era una familia judicializada”.
Si bien hubo dos denuncias – en 2015 y otra del 2016- que luego no fueron ratificadas por Verónica Montenegro, la víctima había alcanzado a dar cuenta de haber sufrido situaciones previas de violencia.