En la tarde de este martes, una sorpresiva protesta de una decena de jóvenes se realizó a las afueras de un predio alquilado por una empresa para realizar el reparto, gratuito, de gaseosas en la ciudad. Los trabajadores piden el pago urgente de los salarios, tras 5 semanas de trabajo y promesas incumplidas.
En diálogo con Infoeme, Emanuel Tarántola, uno de los trabajadores, señaló que el principal problema es que “no nos quieren pagar, no vimos un peso”. Tras varias reuniones laborales les habrían prometido que a los primeros 15 y 20 días de haber trabajado pagarían la primera parte, algo que nunca sucedió. “Nos decían ‘ya va a llegar el pago, ya va a llegar el pago…’ y así nos tienen”.
Denunciaron a la encargada, que “nos trata mal, nos hacen venir de gusto, con lluvia. Yo soy de Sierras Bayas, tenemos que venir a dedo hasta acá para no gastar”. Indicaron, en tanto, que 4 de los 10 jóvenes son de dicha localidad serrana.
El espectro etáreo es de entre 19 y 25 años. Muchos de ellos, con trabajo “formal” por primera vez. De hecho, les prometieron trabajar en blanco, pero señalaron que “no nos hicieron firmar alta, baja, incluso otros trabajadores trabajaron y nunca les pagaron”. Otra de las graves denuncias es que ni siquiera contaban con seguro por alguna eventualidad: a un joven en el reparto lo mordió un perro “y lo llevaron al Hospital y lo dejaron, nada más”.
Tarántola señaló que el trabajo era por 8 horas pero terminaban trabajando 13, y luego se enteraron que “era por objetivo de bolsas repartidas, algo que nunca nos aclararon”. De todos modos, “de las condiciones de trabajo no dije nada porque lo necesitaba, el tema es que ahora ni siquiera nos pagaron. Incluso nos dijeron que nos iban a pagar un total de 3 semanas trabajadas, cuando eran 5” dando cuenta que se trata de una deuda de 15 mil pesos.
Esta empresa tercerizada que contrató a los jóvenes depende de una planta en Rosario. Ellos dialogaron con un encargado de aquella ciudad y le garantizaron que “no debería haber problemas”. Incluso, admitieron que “el jefe nos trató bien, nos explicó”. Es decir, el conflicto subsiste con los encargados locales.
“Las cosas no son así, queremos arreglarlo porque la plata la necesitamos. De acá no nos vamos hasta tener una respuesta. Estamos acá porque necesitamos el trabajo”.