El martes quedaron incautados cerca de 300 vacunos en un inédito procedimiento. Fue anunciado en conferencia de prensa con la presencia del intendente Ezequiel Galli, junto al subsecretario del ministerio de Agroindustria de la provincia, Sergio Robert y el fiscal general de Azul, Marcelo Sobrino, entre otros funcionarios.
Allí indicaron que los animales que no puedan ser acreditados por sus propietarios, serán rematados en los próximos días y lo recaudado donado a una entidad benéfica.
Néstor Daniel Clemente junto a su esposa Elsa Abad y sus hijos Martín y César dialogaron con Infoeme con la intención de que se sepa su versión sobre lo ocurrido en los últimos días. Estuvieron acompañados por sus representantes legales Emilio Ferrario y Mario Pintos.
En la oficina de un estudio jurídico los Clemente se reunieron para explicar su posición. Néstor Daniel Clemente, el padre de la familia, visiblemente afectado por el momento y por algunas complicaciones en su salud fue el primero en hablar.
“La propiedad es nuestra, los vacunos los fuimos criando de a poco… y que ahora te los vengan a quitar es una cosa media rara. Trabajé toda la vida en el campo”, dijo y no pudo seguir hablando. Incluso, apenas realizó alguna otra intervención. Cada tanto, se lo escuchó decir en voz baja: “es la envidia”.
Quien tomó la palabra fue Martín Clemente, uno de los hijos. Reconoció que pueden haber cometido alguna falta “pero no es para que nos saquen los animales así. No le encontramos explicación y nos da mucha bronca porque estar toda la vida laburando para que hoy alguien de la nada venga a sacártelas de tu casa. Es algo muy incómodo”.
Consultado sobre la no identificación de los animales -algo que los funcionarios provinciales resaltaron en la conferencia sobre el hecho- Martín Clemente expuso que “los animales no se han marcado porque en su momento fueron poquitos, después para sacar una marca es medio complicado pero hoy tenemos campo y estamos tramitando la marca”.
La preocupación principal de la familia pasó por dejar en claro la forma en la que afirman que fueron despojados de sus animales. “Esto es una mala, muy mala acción. Porque entraron a robarnos los animales. Hasta estaban vacunados, así que los han vacunado de nuevo. Están todos los papeles ahí”, afirmó Elsa Abad, esposa de Néstor.
Elsa contó que a los cinco o cuatro días que fueron notificados de los 17 animales invasores “volvieron y se llevaron los otros”.
A mí me gustaría que me dijeran por qué nos retiraron todos los animales de ahí adentro. Yo no voy a la casa del vecino a sacarle animales de adentro del patio. Ellos lo hicieron, dijo Elsa Abad.
Cesar Daniel Clemente, otro de los hijos de Nestor se sumó a los dichos de Elsa. “Por las 17 fueron y avisaron, por las otras no. Nos dimos cuenta cuando las fuimos a mirar al campo y no estaban más”.
“Los animales son nuestros, los sacaron de adentro de nuestra casa”, insistió Martín. “Ellos fueron, cortaron y se llevaron todo. Nadie vino a decir: por tal motivo tenemos que revisar estos animales porque puede haber animales robados. No nos dijeron nada, ni nos trajeron un informe diciendo por qué nos sacaron los animales”.
Por su parte, Emilio Ferrario, abogado de la familia señaló que este jueves presentaran un descargo en el ministerio de Agroindustria, en la ciudad de La Plata.
“La idea es que ellos se ajusten a derecho, que se puedan presentar en el proceso, que puedan hacer su debido descargo y que los 30 años de esfuerzo de Clemente no queden solamente en un decomiso”, afirmó Ferrario.
Además, el representante legal señala dos momentos. Por un lado, las 17 vacas invasoras que son trasladadas a Estancias Unidas del Sud como “depositaria” de los animales. Y otro momento en el que “Patrulla Rural rompe los alambrados del campo y los cruzan arriando hasta la estancia”.
Por otra parte, agregó que el día viernes es el plazo que se fijó para que se pueda acreditar la propiedad de los animales sino se procederá al remate.