Este miércoles, la exvicepresidenta, Cristina Kirchner, publicó un extenso mensaje en sus redes sociales en el que criticó con dureza la presencia en la Argentina de Peter Lamelas, el diplomático propuesto por Donald Trump para ocupar el cargo de embajador de Estados Unidos en la Argentina.
En ese sentido, la exmandataria advirtió que las declaraciones recientes de Lamelas “representan una injerencia directa sobre la política nacional”, y apuntó a su alineamiento con Javier Milei, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros actores que, según ella, buscan condicionar la democracia local.
Para profundizar su polarización con la administración de Trump, Cristina Kirchner apeló a la historia política del país al comparar la actual situación con el enfrentamiento de 1946 entre el embajador Spruille Braden y Juan Domingo Perón, que desató la campaña “Braden o Perón”. “Hace exactamente 80 años era Braden o Perón. Ahora es Lamelas o Argentina”, sentenció la expresidenta.
Es preciso mencionar que, el eje del descargo estuvo centrado en las afirmaciones de Lamelas durante su presentación ante el Senado estadounidense, donde adelantó que en su rol como embajador buscará “vigilar a los gobernadores, frenar acuerdos con China y asegurarse de que Cristina Kirchner reciba la justicia que merece”.
Con ese episodio como antesala, Cristina Kirchner interpretó estas frases como una amenaza directa a la democracia de la Argentina, y las vinculó con el intento de Estados Unidos de disciplinar tanto a los líderes provinciales como al Poder Judicial argentino, que también se llevó su parte de las críticas de la exmandataria.
Con ironía y tono sarcástico, la titular del Partido Justicialista comparó al futuro embajador con “un fiscal plenipotenciario enviado desde Mar-a-Lago”, en alusión a la residencia de Trump en Florida, al tiempo que aseguró que lo único que le falta al Gobierno estadounidense es “designar jueces”.
En la misma línea, la expresidenta cuestionó que Estados Unidos se arrogue el derecho de opinar sobre el sistema judicial argentino mientras ignora sus propios escándalos internos, como el “suicidio” de Jeffrey Epstein y los múltiples cargos judiciales que tiene el nuevamente presidente Trump.
En ese marco, Cristina Kirchner disparó contra el FMI y su directora, Kristalina Georgieva, quien recientemente expresó que “los argentinos deben votar bien”. Para la exvicepresidenta, estas declaraciones muestran que la campaña electoral de este año no la encabezan los hermanos Milei, sino Washington y el Fondo, y lanzó: “Al final lo de Las Fuerzas del Cielo y los tuiteros malos eran para la gilada… notificate que los que verdaderamente mandan en la Argentina de Milei son Las Fuerzas del Norte”.
La expresidenta también deslizó cuestionamientos hacia empresarios argentinos que tienen vínculos con China, a quienes acusó de hipocresía por participar de eventos en la embajada estadounidense mientras son señalados por los mismos argumentos que Lamelas usó para justificar su rol de vigilante sobre los gobernadores. “¿Vigilará también al empresario argentino asociado con empresas chinas que controla el monopolio de las telecomunicaciones en Argentina?”, se preguntó.
Por último, Cristina Kirchner volvió a hacer alusión a la dicotomía Braden o Perón – Lamelas o Argentina, y lanzó una consigna directa para el electorado: “Vos elegís”. Así, la dirigente buscó dejar en claro que el rumbo de la Argentina dependerá de cómo se posicione la ciudadanía frente a lo que considera una nueva avanzada de intereses foráneos sobre la política doméstica, y sin nombrar candidatos, dejó entrever su llamado a resistir estas influencias y a recuperar una agenda propia.