Desde hace 30 años, Adriana es enfermera de Blanca Grande, una de las localidades del Partido de Olavarría más alejadas del centro de la ciudad. En una nueva entrega de Infoeme por el Día Internacional de la Mujer Rural te contamos sobre ella, su amor por la profesión y la ruralidad.
Ser profesional de la salud es una muestra de entrega constante por los pares, pero esa entrega tiene otro sentido cuando además se elige cuidar la salud de quienes habitan las zonas rurales. Con 62 años, Adriana Juárez comparte su experiencia en una localidad que la vio crecer y que le abrió sus puertas cuando se recibió de Licenciada en Enfermería.
“Me faltan dos años para jubilación”, comenta en una breve entrevista a la que pudimos acceder. Adriana nació en Recalde, pero hace 30 años trabaja en el Centro de Atención Primaria de Salud N° 13 de Blanca Grande. Ambas localidades están separadas por unos pocos kilómetros de camino de tierra, lejos del caos de la ciudad.
Con una pasión que se siente a la distancia, transmite: “Me encanta la profesión que elegí, soy Licenciada en Enfermería”. Sin embargo, el CAPS de Blanca Grande no es su único destino. También asiste a cumplir con su trabajo en pediatría -los fines de semana- y en Espigas -los días de semana cuando la necesitan.
Sin embargo, la ruralidad no sólo es asistencia. Aquí la profesión va más allá de los primeros auxilios y curar heridas. “Hacemos charlas educativas en escuela y jardín, con el acompañamiento de las autoridades de salud de Olavarría siempre están presentes en lo que necesitamos”, cuenta.
Por dos días a la semana, Adriana recibe en el Centro de Atención Primaria la visita del “doctor Carlos de Espigas y el doctor Alan de Recalde”, quienes llevan adelante los controles de los pacientes que requieren una atención más especializada.
“Te digo una vez más, es hermoso trabajar en la zona rural”, reitera en un breve intercambio de palabras que permitió homenajearla en el marco de un nuevo Día Internacional de la Mujer Rural. Porque las profesionales de la salud que eligen volver y cuidar a quienes allí habitan, son grandes protagonistas y responsables en garantizar derechos para las ruralidades.