Después de que se diera la muerte de transportista azuleño por hantavirus, y con once casos registrados en la provincia de Buenos Aires, diferentes referentes y autoridades sanitarias mostraron su preocupación por la el tema.
En este marco, y raíz del transportista de 47 años fallecido en la vecina localidad, la Jefa de Departamento de Zoonosis Rurales Azul Karina Watralik afirmó que se puso en marcha un operativo de inspección para intentar comprobar en qué zona se habría producido el contagio.
“El hombre era transportista de cereales, y por eso realizamos la tarea habitual de inspección de los lugares de probable contagio. Primero se inspeccionó su vivienda particular, que se encontraba en excelentes condiciones de limpieza e higiene, y luego el lugar donde pasaba algunas horas cuando no le tocaba viajar, en una empresa que está en la ruta tres, donde la inspección también reveló buenas condiciones de limpieza y no se consideró como un probable sitio de riesgo”, explicó Watralik.
En esta línea, la Jefa de Zoonosis afirmó que a partir de dichas inspecciones de rigor pudieron determinar “que el posible lugar de contagio fue alguno de los sitios que el hombre visitó en el marco de su actividad laboral” como transportistas.
Aparte de eso, precisó que en la segunda inspección se observó que al lado del edificio en donde funciona la empresa para la que el hombre trabajaba “funcionaba un criadero de cerdos con algunas condiciones inapropiadas que podía facilitar la presencia de roedores”, los animales que suelen transmitir esta enfermedad.
“Ese informe se elevó de inmediato a la Secretaría de Salud del municipio y al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, junto con los otros datos que pudimos recabar gracias a la colaboración de su familia y su empleador, que nos facilitaron los dieciocho destinos donde había estado viajando cuarenta y cinco días antes de su fallecimiento”, explicitó Watralik sobre el operativo efectuado.
En ese sentido, explicó que la enfermedad “tiene un aproximado de cuarenta y cinco días de vinculación”, por lo que “es fundamental repasar hacía atrás los posibles lugares de contagio”.
“Todos esos viajes habían sido a sitios rurales o puertos donde la presencia del roedor es parte habitual del paisaje”, agregó.
Aparte, la funcionaria remarcó que desde Zoonosis Rurales Azul ya se han reportado once casos de Hantavirus en lo que va del año, y aseguró que ese número “ya es superior a los registrados en años anteriores”.
“Tres de esos once casos tienen domicilio en Capital Federal, y por ende no van a figurar en las estadísticas de la provincia de Buenos Aires. Entre las localidades en las que estos casos sucedieron están: Campana, Pergamino, Saladillo y en este momento estamos trabajando con dos casos, uno en Monte y otro en 25 de Mayo, que son dos mujeres que se encuentran internadas, pero en buen estado de salud en general”, declaró Watralik.
“En Bragado y en Azul tuvimos los dos casos fatales, con dos personas fallecidas y en todos estos casos hemos tomado intervención desde el departamento de zoonosis”, revindicó, y aprovechó la oportunidad para insistir en las medidas de prevención que se deben tener en cuenta para disminuir las chances de contraer la enfermedad.
Sobre ese tema, la funcionaria explicó que se debe evitar el contacto con roedores y con sus secreciones, limpiar los sectores con sospecha de presencia de estos animales con lavandina diluida, ventilar los ambientes y “entender que la luz solar lo inactiva al virus”.
(Fuente: Diario El Tiempo, de Azul)