La semana política: del buen balance al escrache y el caos de los bancos | Infoeme
Jueves 25 de Abril 2024 - 10:15hs
Jueves 25 de Abril 2024 - 10:15hs
Olavarría

La semana política: del buen balance al escrache y el caos de los bancos

El presidente Fernández extendió la cuarentena, habló de mucho respeto de la población, pero pasaron cosas. Desde el fin de la tregua política a nivel nacional, del extraño cacerolazo porteño (y el palo para Rodríguez Larreta) al gravísimo error de la apertura de bancos sin medidas concretas. Ojo, todavía queda una semana más de cuarentena obligatoria. Los primeros casos en Olavarría y el repudiable comportamiento de la gente.

Alexis Grierson / @alexisdechillar

 

Los días en el encierro parecen eternos. Pero al mismo tiempo tienen muchísimo contenido. El aislamiento social, preventivo y obligatorio trajo muchas novedades: casos positivos en Olavarría, un respeto más que aceptable de la cuarentena, pero un caos el pasado viernes con colas interminables en los bancos de la población de riesgo: los jubilados. Y una situación que puso en jaque todo lo realizado. En medio, una interna política que atentó contra la tregua. Hay mucho por repasar.

 

El domingo, previsiblemente, Alberto Fernández decidió extender la cuarentena hasta el próximo lunes 13 de abril. Además, dejó un balance positivo del respeto por la directiva, más allá de los casi 300 mil demorados por violar la cuarentena obligatoria. Su buena imagen, el altísimo interés público por escuchar su palabra y el buen balance general de cómo se está llevando adelante la problemática generaron esta situación.

 

 

Pero, inevitablemente, pasaron cosas. El enojo de un sector del Pro (encabezados por Marcos Peña y Patricia Bullrich) por el protagonismo de Horacio Rodríguez Larreta lanzó una ofensiva contra el Jefe de Gobierno porteño pero, por alcance, también al mismísimo presidente de la Nación con la aparición de los primeros cacerolazos de balcón en Capital Federal. ¿Cuál era el reclamo? Que los políticos se bajen los sueldos.

 

 

Una medida interesante, simbólica, pero que en líneas generales no le aporta mucho efectivamente a la lucha contra el coronavirus. Además entraríamos en una nueva disyuntiva ética: ¿por qué la política si y no hubo exigencia en otros sectores como la justicia, que finalmente decidieron por ellos mismos una reducción de su salario?

 

O tal como lo afirmó el presidente Fernández este sábado: ¿por qué los funcionarios del gobierno nacional deben bajarse el sueldo si trabajan las 24 horas y los 7 días de la semana y no tienen ningún otro ingreso? Incluso el mandatario dijo con claridad que era un “acto demagógico” y “no me vengan con esas cosas, después nos llaman populistas".

 

De todos modos, respuestas hubo: diputados, senadores, incluso funcionarios de gobierno más cercanos (como el Intendente y todo su gabinete, al mismo tiempo que el Concejo Deliberante) decidieron bajarse el salario y ponerlo a disposición al área de Salud. Más que bienvenida la medida, aunque, sinceramente, no signifique una inversión millonaria o muy significativa en Salud.

 

Los cuestionamientos comenzaron a aparecer y buscaron generar, nuevamente, lo que conocemos como grieta. Es que dentro del Pro (o Juntos por el Cambio) no cayó para nada bien el acercamiento entre Fernández y Larreta. Incluso, por redes sociales, se hizo bastante común el “orgulloso del presidente, y orgulloso de la dirigencia opositora” haciendo alusión al jefe de gobierno porteño.

 

 

En conclusión, los cacerolazos se esfumaron como las esperanzas de que el coronavirus se vaya rápido de nuestras vidas, y todo pareciera quedar en una anécdota. Si es cierto que una pequeña crítica despertó una “guerra” política en la que comenzaron a buscarse responsables. Obviamente, todo es tan dinámico que por ahora es una de las anécdotas de la semana.

 

No cambiamos más

 

 

Fue una frase que se escuchó mucho durante la semana, pero que en estos días tuvo especial contenido. El pasado jueves se conoció el primer caso positivo por coronavirus en Olavarría: un hombre que había viajado con su esposa a Brasil, volvió directamente a realizar la cuarentena y en dicho aislamiento sintió los síntomas, se internó y se corroboró efectivamente el contagio.

 

 

Más allá del cuidado de las autoridades municipales, de salud e incluso de un trabajo positivo para con este primer caso, los olavarrienses encabezaron una “caza de brujas” repudiable y que no acepta comentario positivo alguno. Desde el “todos mienten” hasta el “hay que quemarle la casa” la poca aceptación de que una persona hizo las cosas bien y cuidó a todos los vecinos generó una paranoia que asusta. Incluso, acusándolo de “querer enfermarse” como si alguien quisiera que le pase.

 

 

Es momento de hacer una aclaración que no se puede dejar pasar: el Municipio no miente, trata de arrojar la mayor transparencia posible para evitar la propagación del virus, y los medios se suman en ese espectro de responsabilidad informativa. Si hubo contactos estrechos puntuales y/o masivos, incluso el personal de Salud puede informar la identidad del paciente para que cualquier olavarriense sepa si tuvo contacto cercano o no. Pero eso no pasó, se realizó una excelente labor en materia de comunicación y se fue claro: hay que cuidar la identidad y la privacidad de las personas.

 

¿Cuál es el mensaje final? Que los vecinos respeten las medidas tomadas por los gobiernos. Que crean. Y que si realmente aprecian al de al lado, al vecino, al amigo, al familiar, al compañero de trabajo, evite viralizar mensajes, fotos, ni tratar de quemar la casa de algún paciente confirmado, actual o futuro, tal como pasó el pasado jueves. Sí, manifestaron intenciones de quemar la casa del vecino y tuvo que instalarse una custodia policial para que no pase a mayores.

 

Las pandemias y estos momentos suelen sacar lo mejor y lo peor de una sociedad, pero el jueves demostró mucho de lo segundo. La gente de Olavarría dejó mucho que desear.

 

El gran error de los bancos

 

 

El viernes nos quedamos con una sensación de decepción e indignación. Una mala organización, mala previsión y mala comunicación generaron lo que bien podría denominarse como el gran error de esta cuarentena. Grave porque puede pasar a mayores en términos de contagio, aunque solo es una posibilidad y ahora restará esperar ver qué es lo que sucede.

 

Pasó incluso en Olavarría: colas eternas de gente que aguardaba para cobrar su jubilación, asignación o fondo de desempleo sin respetar el distanciamiento, sin medidas de seguridad y generando una mayor preocupación en las autoridades. “Bronca e impotencia” era la sensación común no sólo en el Municipio, sino también de los profesionales de la Salud que veían como todo podía perderse en un solo día.

 

Pero ojo, no confundamos riesgo con realidad: falta aún una semana para finalizar la cuarentena obligatoria, y esto significa que debemos quedarnos en nuestras casas. Seguir respetando lo determinado por el gobierno. Tras el caos, la organización llegó para calmar las aguas y gracias al acompañamiento y trabajo en conjunto del Municipio, hubo sillas, café y mayores controles para volver a evitar lo mismo.

 

 

Ni que hablar de las medidas que se tomaron el mismo viernes, separando por finalización de DNI para que vaya mucha –mucha- menos gente a los bancos.

 

De todos modos, en el análisis más fino, cuesta entender cómo dejaron que pase esto. Desde las autoridades de Anses y el Banco Central, pasando por el gremio de bancarios. Si hay algo que se veía venir desde lejísimos era la saturación de los bancos cuando vuelvan a abrir. ¿No hubo absolutamente ninguna previsión de lo que podía pasar? ¿Es que nadie la vio venir? Son preguntas que, furioso, emitió Alberto Fernández hacia Vanoli, Pesce y Palazzo, del gremio de Bancarios.

 

 

Lo que también restará esperar –y esperanzarse- es que lo sucedido el viernes sea solo una anécdota de la cuarentena obligatoria. Y aún restará realizar el análisis de la complejísima realidad económica que en todos los niveles habrá en esta semana que viene, y el post cuarentena. Se vienen tiempos difíciles. Por ahora, a quedarse en casa.

Compartirla

Notas Relacionadas

Deja tu comentario

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algún comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptación del Reglamento. Leer más.