Al igual que en otras unidades penitenciarias de la provincia, ayer se llevó adelante una protesta en la Unidad Penal Nº 37 de Barker, cuando cerca de 800 reclusos comenzaron un motín que se extendió hasta última hora de la tarde, momento en que llegaron a un acuerdo con autoridades provinciales.
La medida de fuerza se llevó adelante en consonancia con otras unidades penitenciarias de la provincia.
Según informó El Eco, el motín fue levantado alrededor 19.30.
Fue una semana agitada para muchos establecimientos carcelarios, con protestas que comenzaron el lunes de la semana pasada en la Unidad Penitenciaria Nº 42 de Florencio Varela, en donde los internos anunciaron una huelga de hambre hasta que atendieran su pedido, y que se fueron replicando en otros complejos carcelarios de la provincia.
Una de las cuestiones principales por la que los internos reclamaban tenía que ver con la reanudación del régimen de visitas, que fue suspendido desde el comienzo de las medidas preventivas por la pandemia. Ante estos pedidos, los detenidos tomaron los techos de los inmuebles. Los incidentes se observaron en los complejos penitenciarios de San Martín, Junín, Melchor Romero, Florencio Varela y Campana. Las protestas se repitieron a lo largo de toda la semana.
Luego de intenso trabajo del personal y otras fuerzas que habrían colaborado, se logró la recuperación y el control de la Unidad Penal Nº 37, después de siete horas de motín.
No fue especialmente grave el sólo cuatro funcionarios terminaron con heridas leves y algunos internos recibieron lesiones que tampoco eran graves, incluso en peleas entre ellos mismos, que ocurrieron en varios momentos de la rebelión, pero los registros fílmicos y fotográficos que muestran cómo quedo la institución carcelaria muestran un escenario sumamente lúgubre: sin luz, con los vestigios del fuego en pisos y paredes y gran parte de las instalaciones destrozadas.