“Ya no sé qué hacer, la verdad que es algo que me supera”. Cansancio, hartazgo, pero también impotencia. Todo eso y más puede palparse al escuchar las palabras de Roberto Almeida, quien en la noche del pasado lunes protagonizó una nueva protesta para que se revea la situación de su hijo, tanto en las condiciones de detención como en la causa por la que fue condenado por el crimen de una remisera.
Semanas atrás había encabezado dos manifestaciones frente a la sede de Justicia de Azul. En la vecina ciudad no sólo prendió fuego cubiertas y neumáticos, sino también que se encadenó en pedido de respuestas. Ese reclamo fue dirigido hacia la figura de la jueza María Alejandra Raverta, quien condenó a su hijo a 17 años de prisión. Los cuestionamientos van tanto a los fundamentos de esa pena como las continuas negativas a que Fernando Almeida pueda acceder a beneficios y cuidados médicos de las graves lesiones que sufrió en sus piernas tras incidentes que se dieron en el interior de una sede carcelaria.
El último lunes todo se trasladó a la Unidad Nº 38, donde el joven se encuentra detenido. Según afirma su padre, personal penitenciario habría tomado “represalias” de las protestas y, según afirmó, le habrían quitado todo tipo de pertenencias y mercaderías. “Todo por la protesta que venimos haciendo nosotros, esperaron un tiempo y ahora que están de feria están haciendo cualquier cosa”, añadió.
Por último, detalló a Infoeme que van a seguir protestando hasta que reciban respuestas favorables.