“Y sin embargo la noche de la Usina es un secreto. Un secreto hecho de asuntos sabidos y confundidos a propósito, o por azar, o por las dos cosas”.
Eduardo Sacheri cerró la noche del viernes con una presentación que reunió a cientos de olavarrienses en el auditorio externo del Centro Cultural Municipal San José, en donde se desarrolla una nueva edición de la Muestra Libros en Olavarría.
Antes de la presentación, dialogó con los medios y destacó el hecho de “hablar con la gente”. En esta oportunidad, fue para presentar "La Noche de la Usina" debido a la actualidad que adquirió la novela al estrenarse recientemente "La Odisea de los Giles", una película basada en esa historia en la que un grupo de perdedores obtiene revancha.
“Es una linda opción esto de hablar del pasaje de un libro a una película y cómo haces. Es como esa cocinita del asunto que a cualquiera de nosotros le interesa”, indicó.
Para Sacheri ese paso del texto impreso a la pantalla “siempre es raro”. Le pasa como a cualquiera de sus lectores: “vos te lo armas en tu cabeza y los personajes tienen ciertos rostros y los lugares ciertas apariencias. Sigue siendo un texto pero como en el guion vos ya sabes qué actores lo van a hacer medio que se te van mezclando las caras de los actores que antes vos no las tenías”.
Sacheri se considera “bastante caradura” y no le esquiva a los desafíos. El próximo mes saldrá a la venta una nueva novela que se va a llamar “Lo mucho que te amé”. Se trata de una novela de amor ambientada en la Argentina de los años 60’, contada por una chica joven. “Es un poco a propósito. De libro a libro desafiarte con algo que sea bien distinto. Si tenés que fracasar, fracasas. Bueno, vamos a ver qué pasa con esto”.
"La Noche de la Usina" ganó el premio Alfaguara en 2016 y remite a lo que le pasa a un grupo de personas que viven en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires durante la crisis de 2001. Aparecen “corralitos” y “bóvedas”.
En 2016, según Sacheri, la lectura “tenía más que ver con todos esos fenómenos al estilo de este López revoleando los bolsos por arriba de una pared”. Hoy, en el contexto actual del país “a lo mejor la lectura de la película tiene más que ver con la situación de crisis, de colapso y esta angustia de qué pasará o no pasará”.
Para el autor es importante que cada lector u espectador pueda significar la historia como le parezca. “Mi crisis del 2001 fue la mía, la de mi familia, la de mis horas de clases en la escuela, la de que me pagaban en Patacones, la que no sabía qué hacer con mis hijos chicos y cómo iba a hacer. Capaz quien ve la película tuvo otra historia parecida en un punto y diferente en un montón de sentidos”.
Y aparece la escritura. ¿Catarsis? ¿Reflexión? ¿Alivio? ¿Imperativo?
“Porque me hace bien”, aseguró Sacheri. “No es que te hace feliz -porque muchas veces no te hace feliz- a veces te hace feliz pero sí te conecta con cosas profundas de tu vida, lo mismo que te pasa cuando lees o cuando ves una película o escuchas música”.
“Cuando te vinculas con el arte lo que hacés es conectarte con cosas profundas de tu propia vida, escribir es ir un poco más abajo que lo que haces cuando lees. Cuando escribís perforás un poco más, vas más a vos mismo y te hace mejor escribir que no escribir”. Y nos conquistó.