La rabia y la impotencia supieron ser canalizada en algo positivo por un grupo de trabajadores de distintas firmas del PIO V, quienes se movilizaron al ver cómo el compañero de cada jornada laboral se encontraba herido en la mañana del último lunes. La mayoría pensó que quizás lo habrían atropellado, ya que rengueaba con una de sus piernas delanteras, lo que nadie sospechó es que al correr los pelos encontrarían un impacto de bala.
“Gracias a Dios que le pegó en el brazo”, relató a Infoeme Belén de la veterinaria San Francisco, donde los trabajadores de distintos talleres y firmas del PIO acercaron el perro cruza labrador sin saber lo que le había pasado. Las placas confirmaron aquel temor que se vio cuando comenzaron a limpiar la zona que le dolía. Una bala lo hirió y literalmente le “estalló” el húmero.
Suena quizás extraño que esa descripción de la herida sea acompañada por un agradecimiento, pero todo cobra sentido al explicar que el disparo fue dirigido a su pecho y ese hueso fue la barrera que impidió que el proyectil llegara a algún órgano vital. Nadie sabe ni cómo ni quién fue, pero por ahora prefieren canalizar los esfuerzos y poder reunir los fondos para su recuperación.
No se trata únicamente de la intervención en sí, que será nada más y nada menos de la reconstrucción del hueso y colocación de diversas prótesis, sino todos los gastos derivados de los antiinflamatorios y antibióticos que les fueron dados hasta ahora y aquellos que serán parte del post operatorio. Se añadió que tras la intervención deberá estar, al menos, 20 días de reposo. Hablando ya de cifras, se trata de aproximadamente 10 mil pesos.
Una importante parte de esa suma ya fue recaudada, pero aún falta. Es por eso que quien quiera ayudar puede hacerlo acercándose a la veterinaria y guardería ubicada sobre Sargento Cabral 1689.