Aprovechando su arribo a la ciudad por motivos personales, Roberto Arrieta brindó una clínica abierta a todo público donde charló de todo y mostró algunas particularidades.
“Poco” Arrieta comenzó su charla abierta ante más de una docena de espectadores contando en resumidas palabras su recorrido por el boxeo que incluyen 52 peleas con sólo 2 perdidas en el ámbito amateur y otras 61 como profesional hasta llegar a campeón sudamericano y mundo hispano.
“Mi pasión es el boxeo y cada día que pasa lo amo más” comenzó diciendo el entrenador de la Selección Argentina Amateur que luego destacó que en su trabajo en el equipo nacional buscan dos cosas un lineamiento de trabajo en conjunto y evitar que a los jóvenes púgiles “se los roben los promotores”.
El ex campeón sudamericano y actualmente entrenador internacional, con una gran historia de vida estuvo en el International Youth Boxing Tournament of Brandenburg Cup, en Alemania, un campeonato que reunió a los mejores proyectos del mundo.
“En el gimnasio encuentran la contención que no le da un psicólogo” dijo para agregar: “uno se transforma en padre y confidente además de entrenador y preparador físico”.
Entre las anécdotas consultadas por los boxeadores locales, “Pocho” rememoró: “14 mil personas coreaban mi nombre en la reapertura del Luna Park” y dijo también que “al otro día de ganar el título de campeón sudamericano fui a hacer una changa porque no me alcanzaba para pagar mis deudas”.
Previo a realizar una breve demostración, el integrante del Cuerpo Técnico de Argentina en los Juegos Olímpicos de la Juventud que obtuvo 3 medallas en Buenos Aires 2018 sostuvo: “en el boxeo hay que generar una unión que no existe por lo menos en La Pampa, debemos ayudarnos con lo que tenemos”.
Uno de los entrenadores más reconocidos del país llegó a Olavarría, dejó grandes lecciones de vida e improvisó un trabajo de manoplas ante la presencia de todos los gimnasios especializados que disfrutaron de la jornada.