La actividad estaba programada para el 28 de septiembre cuando se conmemoró el Día por el Aborto Seguro para América Latina y el Caribe. En nuestra ciudad diferentes organizaciones y agrupaciones se reunieron en Necochea y Brown. De los árboles colgaron carteles con voces que el viento insistía en enredar. Dos o tres mujeres, con paciencia, tomaron los hilos que se mezclaron y los volvieron a estirar.
Estuvieron presentes integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Socorristas en Red, Red de Profesionales por el Derecho a Decidir e integrantes de la Plenaria de Trabajadoras que se sumaron con la campaña por la Apostasía Colectiva.
Una de las actividades que se realizó en el parque tuvo que ver con una intervención que reflejó el acompañamiento telefónico que Socorristas realiza a mujeres que deciden abortar. Frases extraídas de esos mensajes se pudieron leer colgadas en cordeles entre los árboles.
“Vas a ver que muchas frases tienen que ver con el ‘gracias con acompañarme en este momento’. Creemos que no había nada mejor que las voces en primera persona respecto a la experiencia de lo que es una interrupción medicamentosa”, contó Eugenia del Campo, referente de Socorristas Olavarría.
Las actividades incluyeron una marcha desde el Parque Mitre hasta el centro de la ciudad, donde se realizó el clásico “pañuelazo”.
“El aborto al ser clandestino nos coloca en una situación que puede ser traumática”, indicó Eugenia. Y aseguró que Socorristas está para acompañar ya que “una mujer que decide abortar lo hace de cualquier manera y esto pone en riesgo su vida”.
En su experiencia dentro de la organización sobran ejemplos. “A mí me tocó entrevistar a una mujer que llamó por teléfono para ver si nosotras sabíamos cómo era abortar con perejil. Nos reunimos y nos relató que su mamá se había hecho un aborto clandestino, que su abuela había fallecido en un aborto y que ella estaba dispuesta a atravesar esa etapa desde el desconocimiento”.
Lo que hizo el Senado de la Nación (al no aprobar el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo) fue condenarnos a ese tipo de muertes, a esa desesperación, a esa angustia.
Desde Socorristas indicaron que tratan de “poner el cuerpo, el oído y la afectividad para sostener a esa mujeres en su propia decisión”. Esa angustia y esa desesperación de la que habla Eugenia, no son mitos. “Sí es mito decir que todos los abortos son iguales”.
¿Por qué hacer hincapié en esa diferencia? Aquí la historia de muchas mujeres que se unieron explica en parte la respuesta a esa pregunta. Y Eugenia la relata.
“Desde que en la década del 80’ feministas brasileras descubren leyendo prospectos que el Misoprostol era contraindicado para los embarazos, se pusieron investigar –las feministas, la ciencia y la medicina no- y desde entonces diferentes redes estamos poniéndolo a la luz. Nosotras hacemos acompañamiento con recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Acá no hay oscurantismo”.
Respecto a la organización Socorristas, señaló que en Olavarría empezaron en abril de 2017 a acompañar a mujeres. Hasta diciembre de ese año asistieron cerca de 50 mujeres de Olavarría y la zona. Desde ahí hasta la fecha llevan acompañando a más de 300.
El teléfono de Socorristas circula. Una amiga se la pasa a una conocida y ésta a otra mujer. Se puede encontrar en las puertas de los baños de una facultad o en el refugio de un colectivo.
“Las mujeres se enteran por una amiga de una amiga. Y por hospitales que tienen una responsabilidad social importante como el Materno Infantil de Azul que cuando ven que no pueden llevarlo por un causal directamente les dicen que se comuniquen con Socorristas que van a ser acompañadas como corresponde”, afirmó Eugenia.
Además existe una Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir que abarca a médicas, ginecólogas, obstetras, asistentes sociales, psicólogas y otras profesionales que dentro del sistema de salud trabajan para propiciar el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.