El Juzgado Ejecución Penal Nº 2 de Alvear, a cargo de la Doctora Adriana Bianco, ordenó denegar la solicitud de régimen abierto y de la salida transitoria a Mario Oscar Sallago Velazquez, el asesino de Yenifer Falcón que se encuentra atravesando prisión perpetua.
Sallago, de 74 años, había realizado el pedido en octubre a través de la Defensoría General, lo que generó la indignación de la familia de la víctima, asesinada en febrero de 2001, y de toda la comunidad, por lo que se llevó a cabo una movilización en el centro de la ciudad. La familia, representada por el Doctor César García, se presentó ante la Justicia como particular damnificado para "hacer todo lo posible por que siga tras las rejas”.
Semanas atrás, García había anticipado que "Sallago tenía una posibilidad en un millón de salir en libertad".
"Tenemos que impedir que esta persona pueda recorrer libremente las calles, mi tarea asegurarme de que eso no ocurra”, resaltó García que aclaró que no le cobró honorarios a la familia ya que se trata de una lucha para “proteger a todos los niños, nada garantiza que no vaya a volver a matar”.
Por otro lado, al momento de emitir la solicitud de salidas transitorias del condendo, el defensor oficial había señalado que “ha tenido un excelente desempeño institucional con una conducta ejemplar y un concepto bueno desde el segundo trimestre del año 2002 hasta la fecha y sin sanciones durante el cumplimiento de la pena que cumple”.
Asimismo, se indicó que en caso de que fuera aprobada la libertad condicional se le otorgaría, a través de una iglesia, alojamiento en una vivienda de La Plata y trabajaría en una panadería ubicada en ese mismo domicilio, junto a otras personas “que transitan historias similares”.
Luego de ser sometido a pericias psicológicas y tras presentar diversos documentos, la jueza Bianco determinó que “no se visualizan cambios que permitan alcanzar una conclusión distinta a lo resuelto en otras oportunidades, por no surgir elementos que permitan al penado avanzar al régimen más laxo como lo es el abierto, sin pasar por todas las etapas de tratamiento”.
Asimismo, señaló que “las reservas del área psicológica -que adquieren mayor relevancia teniendo en cuenta el delito cometido-, se erigen en un elemento sumamente relevante para concluir que no corresponde el paso del nombrado al régimen abierto”.
“No puedo dejar de señalar después de haber oído a las partes, que corresponde obrar con ponderable cautela en el presente caso, teniendo en cuenta la conclusión alcanzada desde el Departamento Técnico Criminológico y la perito de la Asesoría Pericial”.
Las pericias
El Departamento Técnico Criminológico consideró inviable conceder el beneficio del pase a régimen abierto y de las salidas transitorias a Sallago.
El mismo indicó que Sallago, quien se encuentra en un régimen cerrado de modalidad moderada, mantiene “una conducta ejemplar”.
Sin embargo, sostuvo que “omite en su decir que la pena que cumple es a reclusión perpetua por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con homicidio criminis causa. Su posición resulta fría, sin matices afectivos y sin que se deslumbre ningún tipo de reflexión y cuestionamiento en relación al delito cometido. Su posición es evasiva y desafectivizada. Mantiene una postura y discurso armado, inconmovible en el que repite su discurso sin posibilidad a flexibilizarse. No se observa una genuina demanda de tratamiento ya que es un sujeto en que no se observa angustia o alguna otra conflictividad psíquica. No presenta rasgos de división subjetiva, sentimiento de culpa o reparatorios por el daño ocasionado”.
Por otra parte, la pericia psicológica llevada a cabo por la Asesoría Pericial de Azul sostuvo: "Respecto a sus características de personalidad se evidencia una personalidad antisocial, egocentrada, con tendencia al ocultamiento, oposicionista. Con criterio de realidad conservado, predominio del pensamiento concreto. Tendiente a establecer vínculos de tipo superficiales. Se observa frialdad afectiva, tornándose francamente refractario a revisar su conducta. Se advierten la desmentida y la negación como mecanismos defensivos operantes”.
Además, se observó que “no ha podido realizar trabajo de responsabilización subjetiva depositando en la creencia religiosa un presunto cambio pero sin poder dar cuenta de ello, ni ahondar en las circunstancias que determinaron su privación de libertad. Sin elementos egodistónicos que le generen malestar subjetivo, ni demanda de tratamiento."
Ante la pregunta de cuál es la causa por la que permanece privado de su libertad, Sallago respondió: "No me quiero acordar nada, no quiero saber nada, ya Dios me perdonó”.