El foco del espectacular incendio comenzó durante la noche de este martes cerca de las 22 horas. Las llamas destruyeron la planta de la emblemática empresa de embutidos Cagnoli, ubicada en el predio del Parque Industrial de Tandil. Una primera evaluación de los daños, indicó que el nivel de destrucción total afectó al 80 % de las instalaciones. Se cree que el inicio del incendio se produjo por un desperfecto eléctrico en una de las cámaras de la empresa.
Cinco dotaciones de bomberos acudieron al lugar para extinguir el incendio que dada la magnitud que alcanzó, solo se realizaron trabajos para evitar que las llamas alcanzaran otras industrias ya que nada quedaba por salvar de la Planta de desposte de la empresa insignia de Tandil, que realizaba cortes de cerdo congelados para enviarlos a destinos como Rusia, Colombia, Bielorusia, Perú y Paraguay, entre otros destinos.
La fábrica que le daba trabajo a más de 250 empleados terminó arrasada por el fuego que comenzó cuando un grupo de seis trabajadores lavaba los elementos de desposte y comenzaron a percibir un intenso olor a quemado. De inmediato, recorrieron la fábrica y detectaron humo que procedía del sector de una cámara. Como no habían sonado la alarma, la presionaron de modo manual y salieron rápidamente del establecimiento. En cuestión de minutos, fueron testigos del modo en que las llamas se apoderaban de las instalaciones.
Unos veinte efectivos más los bomberos voluntarios de cinco dotaciones trabajaron en el lugar durante la noche de este martes con el objetivo de evitar la expansión de las llamas a otras fábricas cercanas. Se organizó un importante operativo donde intervino personal de la policía, municipales y médicos.
El foco comenzó en una cámara que fue montada hace menos de un año. En principio, la causa habría sido un problema eléctrico en un tablero ubicado en el túnel de frío. Esa planta, que fue inaugurada para preparar cortes con destino a exportación, contaba con importantes instalaciones para la refrigeración de la carne de cerdo.
Sobre la medianoche, el personal policial comenzó a desalojar el perímetro del predio ante la posibilidad de que se produjeran explosiones, ya que en la planta se almacenaba amoníaco, un material altamente inflamable, que se utilizaba para la refrigeración. En paralelo, el fuego tomó la parte posterior de las instalaciones, donde había gran cantidad de pallets de madera y de cajones plásticos que facilitó la propagación de las llamas que devastaron el lugar.
La estructura cuenta con unos 4000 m2 y una primera evaluación de las secuelas del fuego, evaluó que el nivel de destrucción total afectó al 80 % de las instalaciones, fundamentalmente en el sector de los galpones y cámaras frigoríficas, así como enormes volúmenes de mercadería. En tanto que el sector de oficinas, vestuarios y comedor, no habrían resultado tan dañadas.