El escándalo nacional que desató el encuentro de Mauricio Macri con el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, y sus pares de Pinamar y San Antonio de Areco, en la quinta "Los Abrojos", ya tuvo su correlato judicial: este jueves la Policía Federal realizó un allanamiento y procedió a la copia de los registros de cámaras de seguridad para determinar si el expresidente violó la cuarentena, en relación con su regreso reciente de Europa.
El juez federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, ordenó el operativo con la finalidad de obtener los registros fílmicos del pasado jueves 10 de septiembre, donde arribaron al predio de Los Polvorines, partido de Malvinas Argentinas, Galli junto a Martín Yeza y Francisco Ratto para mantener una reunión informal.
El encuentro se llevó a cabo siete días después de la llegada de Macri de Europa, donde estuvo un mes, y se desconocen los detalles de la misma aunque el jefe comunal olavarriense aseguró que "se realizó al aire libre y se mantuvieron las distancias sociales". "Era una reunión necesaria. Para nosotros era necesario escucharlo. La charla fue muy extensa, hablamos de todos los temas de política de la actualidad", refirió Galli en declaraciones radiales
En tanto, Yeza acotó que al exmandatario "hay muchas cosas que le preocupan, pero está eligiendo el momento adecuado y la herramienta adecuada para hacer una comunicación".
La Justicia buscará comprobar si se violó el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) dispuesto por el Gobierno nacional para combatir el Covid-19.
La causa, delegada en el fiscal federal Jorge Sica, comenzó después de una denuncia hecha por la Secretaría de la Municipalidad de Malvinas Argentinas y si se comprueba que Macri violó el artículo 205 del Código Penal sería plausible de una dura sanción. “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”, dice la norma.