Durante la jornada de este domingo, el Gobierno oficializó la suspensión de las hipotecas y prendas ajustables por UVA hasta el 30 de septiembre y se dispuso -a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU)- el congelamiento de los precios de los alquileres y suspensión de los desalojos por falta de pago durante seis meses.
Todas estas medidas fueron adoptadas en el marco de las medidas adoptadas para mitigar el impacto económico ante la crisis por el coronavirus. La primera norma argumenta que hasta el día 30 de septiembre, "la cuota mensual de los créditos hipotecarios que recaigan sobre inmuebles destinados a vivienda única y que se encuentren ocupados con el referido destino por la parte deudora o quienes la sucedan a título singular o universal, no podrá superar el importe de la cuota correspondiente, por el mismo concepto, al mes de marzo del corriente año".
En ese sentido, con respecto a los alquileres, se especificó: "Nos encontramos ante una emergencia sanitaria que obliga al gobierno a adoptar medidas y decisiones con el objetivo de velar por la salud pública, pero, también, para paliar los efectos de las medidas restrictivas dispuestas, que afectarán el consumo, la producción, la prestación de servicios y la actividad comercial, entre otros muchos efectos".
El decreto -que lleva la firma del presidente Alberto Fernández y de todo su gabinete de ministros- establece que la situación exige "extremar esfuerzos para enfrentar no solo la emergencia sanitaria, sino también la problemática económica y social" y que, por lo tanto, debe velar por derecho a la vida pero también por el derecho a la vivienda.