Hay novedades sobre la situación de Santiago Morales, el joven que protagonizó un violento accidente en el acceso a Blanca Grande cuando la ambulancia en la que viajaba volcó. El siniestro le dejó secuelas gravísimas, durante su recuperación –que aún continúa- su familia tuvo que sortear varios obstáculos pero hoy lograron uno de sus objetivos y lo contaron en diálogo con Infoeme.
Su hermana Lilian tomó contacto nuevamente con este Diario y manifestó que lograron la internación domiciliaria del joven y que finalmente consiguieron una casa para vivir en Olavarría y seguir de cerca el tratamiento de Santiago y la continuidad de su rehabilitación. Antes se hospedaban en un hotel, “nos moríamos de frío, ahí no dábamos más” aseguraron hace poco tiempo atrás con respecto a la falta de comodidades que presentaban.
Para alcanzar esto “me tuve que poner firme con el abogado, más que nada para que el Municipio nos gestione una casa”. Finalmente “encontramos una vivienda que se estaba por vender y tuvimos la suerte de que la familia propietaria se enteró del caso de Santi y la alquilaron”.
Lilian contó que Santiago está bien, que evolucionó bastante. “A la semana que lo operaron nuevamente de la cabeza, le sacaron todos los antibióticos, evolucionó mucho a como estaba”, dijo y aclaró que “aún le falta grado de conciencia pero en otros aspectos mejoró”.
Ejemplificó que ahora puede “tragar por sus propios medios, tiene mayor movilidad, se está evaluando la posibilidad de retirarle la traqueotomía y poder sentarlo. Para eso estamos esperando la silla postural que pedimos a PAMI y llegaría en diez días”. Pequeños avances que para su entorno significan mucho. Esperanza y la fuerza que necesitan para no bajar los brazos.
La internación domiciliaria “corre por cuenta de PAMI” y a ‘Santi’, como ella lo llama, lo asiste una enfermera tres veces al día de lunes a lunes. Las profesionales de la salud “me dijeron que él no está en estado vegetativo porque tiene reflejos ante una orden o estímulo”, expresó.
Para su familia (mamá, papá y otro hermano) -oriunda de Recalde- vivir en Olavarría implica un cambio muy grande: “Dejamos todo pero estamos contentos porque estamos con él, eso es lo más importante”, destacó la mujer.
A pesar de la alegría por la internación domiciliaria la lucha continúa. El próximo objetivo es la rehabilitación. “Nos amarga que no lo hayan aceptado en un Centro de Rehabilitación de Mar del Plata pero él lo necesita y yo no le voy a negar esa posibilidad, tengo fe en él, lo va a lograr”.