Pablo Neruda escribió sobre la Antártida:
“Allí termina todo
Y no termina:
Allí comienza todo”
Muchos años después Walter Scavuzzo la describió formada por “campos de hielo y la nada”. Habló de la inmensidad del territorio y de que “lo único que ves es una cosa blanca gigantesca que parece no terminar en ningún lado. Cada tanto, ves pasar bloques de hielo que nos dijeron que son del tamaño de un edificio, vos los ves desde lejos pero son gigantes”.
Desolación, eso sentís cuando estas parado frente a todo eso, contó Walter Scavuzzo.
Walter viajó para realizar recorridos virtuales del museo, la base y las actividades del lugar. “El trabajo se hizo en un 80% en los exteriores, no pudimos hacerlo completo porque nos tocaron días de un temporal interesante”.
Si bien quedaron algunos lugares sin fotografiar “no hacen a que no quede bien el recorrido”. Ahora, resta el trabajo de postproducción que llevará alrededor de un mes: “queda un trechito todavía”, sintetizó.
Más allá del trabajo en sí que resultó desafiante, Walter destacó la convivencia de las personas que habitan el lugar. “Cuidan mucho el trato. Se busca la forma de hacer las cosas cotidianas de una forma justa, me vine pensando en eso”.
“Desde el vamos es una experiencia única. Yo fui por una semana pero hay que estar preparado para afrontar todo eso si vas a estar un año ahí”, afirmó y contó que no es habitual que personas que no sean científicos o militares pisen esas tierras. Por lo que la experiencia sorprendió a los fotógrafos pero también al resto.
Se sorprendió también con la vida cotidiana, es más, relató que “cuando íbamos en viaje le comentaba a mi compañero que no espere grandes comodidades y me encontré con que hacen la vida allá lo más cómoda posible”.
Se alojaron en una habitación para cuatro personas, con cuchetas, televisión por cable, teléfono, Internet… “Dentro de todo es llevadero, aunque te repito nosotros estuvimos solo unos días allá”.
Walter compartió con Infoeme parte del material que fotografió. Incluso se pueden observar fotos y videos en formato 360°. Y nos detuvimos en una fotografía personal: el cielo de la Antártida sin ningún tipo de filtro.
“Es así como lo ves. Te quedás ahí un rato y ves ese mismo cielo”… Una belleza única reservada para personas como Walter. Nosotros, lo disfrutamos a través de su lente.