Yesica Guevara
@yesicaguevara29
El nombre de una calle, una numeración, paredes de bloques, rejas pintadas de un azul a estrenar. La “Casa Popular Valeria” se prepara para su inauguración este viernes a las 18 horas.
Está ubicada en Fassina 1931 y sus paredes contienen historias. Una casa grande, dividida en tres sectores que en algún momento alojó a tres familias al mismo tiempo. En la actualidad, la Asociación Civil “La Palmera” en conjunto con otras organizaciones interviene para desarrollar un proyecto de inclusión y generación de oportunidades.
Soledad Rodríguez, es parte del grupo que lleva adelante la iniciativa e integra la Comunidad Anabautista Menonita. Habló con Infoeme y contó que hace tres años que trabajan con la comunidad del barrio. “En su mayoría son mujeres solas, con chicos en situación de vulnerabilidad. Empezamos yendo los domingos, armamos un merendero y nuestra idea era forjar lazos con la comunidad”.
La casa llegó como “una bendición” aseguró Soledad. “Cuando surgió la posibilidad de transformar este lugar nos pareció que era lo mejor. Esta casa tiene una historia. Acá se respira trabajo y lucha. Los dueños, los abuelos Cazola, murieron y el dolor del asesinato de Valeria, su nieta, pasó por sus cuerpos. Esa gente no la contó desde afuera”, agregó.
Valeria Cazola fue asesinada a puñaladas por su novio el 12 de junio de 2008. Todavía no se encontraba vigente la figura penal de femicidio por lo que su asesino no fue juzgado bajo ese encuadre. “De hecho él ya está afuera, le dieron creo que algo de siete años”, recordó.
Desde su origen la casa estuvo dispuesta para recibir a quién necesitara una ayuda, un abrazo, una comida caliente. Los abuelos Cazola eran inmigrantes paraguayos. La abuela, la modista del barrio.
“La abuela era esa modista que te iba a hacer la pollera o a arreglar el pantalón y si no tenías para pagarle, te lo cosía igual. De un trapito te sacaba una ropa para los chicos”, contó Soledad con orgullo.
Los vecinos del barrio vivieron de cerca el asesinato de Valeria, conocieron el sufrimiento de la familia. Por eso para Soledad, es importante “resignificar la historia de Valeria”.
Soledad contó que el proyecto busca generar un espacio en donde se dicten talleres y se les brinde una salida laboral a las mujeres. Además de la intención de continuar con el merendero y la realización de ferias de ropa para solventar los gastos de los alimentos.
Estamos reconstruyendo desde el fondo más fondo. Desde el dolor, afirmó Soledad.
Todo esto bajo el sentido de pertenencia y de comunidad. “Las mujeres realmente tomaron posesión del lugar, conociendo la historia de la casa, sintiéndose reflejadas y sabiendo que lo que pasó ahí es fuerte pero que se puede cambiar”, expresó.
Además de los talleres que se planifican también se abrirá una sede de educación para adultos para ´poder finalizar el nivel primario.
Este viernes la comunidad se reunirá para dejar inaugurado el espacio. Habrá murgas, feriantes y pintarán un mural para dejar una marca más en la historia de la casa y en la vida de quienes transitan por allí.