La intolerancia al gluten incluye un conjunto de proteínas presentes en el trigo, la avena, la cebada y el centeno. Según el Ministerio de Salud de la Nación, actualmente se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca, si bien todavía no existe un registro de casos. A raíz de la falta de estadísticas oficiales, continúa el mismo índice que el 2015.
Los síntomas y signos de esta afección varían de una persona a otra y también según la edad. En los niños pueden presentarse diarreas, náuseas, vómitos, anorexia, distensión abdominal, irritabilidad, anemia, entre otros; mientras que en la adolescencia, además de diarreas y anemia, se produce dolor abdominal, estreñimiento y signos como corta estatura y retraso puberal. En adultos se suman cambios de comportamiento, falta de apetito, pérdida de peso, migrañas, osteoporosis y abortos.
Infoeme dialogó con el coordinador de la filial Olavarría de Asistencia al Celíaco de la Argentina (ACELA), Sergio Lovecchio, quien señaló que “siempre se están realizando investigaciones que puedan llegar a sumar a mejorar la calidad de vida del celíaco”.
“Lo primero que hay que hacerse para saber si alguien es celíaco es hacerse un análisis de sangre”, explicó. “Después de ese análisis se decide si se realiza una biopsia, que es la que determina si una persona es celíaca”.
Lovecchio remarcó la importancia “que las personas sepan que las obras sociales están obligadas a cubrir estos estudios” (Ley 26.588, artículo 9).
“Con solo hacer una buena dieta, la vida del celíaco cambia”, manifestó y destacó que “a partir que el médico diagnostica, el paciente no tiene que medicarse ni nada. Solamente tiene que seguir una dieta libre de gluten. Es sencillo”.
También se refirió al aumento de productos libres de gluten: “Al ser más los diagnosticados, hay más consumo. Antiguamente en la góndola encontrabas cinco productos, ahora está lleno aunque sigan siendo más costosos”.