Aunque la norma rige desde hace tres años, recién ahora entró en su etapa sancionatoria. Desde diciembre de 2023, los balnearios privados y concesionados estaban obligados a definir sectores libres de humo, colocar señalización visible y proveer ceniceros o recipientes para colillas. Las multas recién quedaron habilitadas desde diciembre de 2025, lo que convierte a ésta en la primera temporada con control efectivo.
Contaminante
Distintos concesionarios ya comenzaron a recibir los ecoceniceros producidos por Camuzzi Gas Pampeana, elaborados a partir de restos de cañerías de polietileno que la empresa recupera tras trabajos de reparación. “Es material que se descarta cuando se reemplaza un tramo dañado. A través del rotomoldeo lo transformamos en colectores de colillas que donamos a los balnearios”, explicaron desde la compañía. Estos dispositivos ya fueron instalados en muchas localidades de todo el país.
La iniciativa apunta a reducir uno de los residuos más contaminantes de la playa: las colillas de cigarrillo, que representan el 19,6% de la basura plástica en la costa bonaerense. Su impacto ambiental es enorme: pueden tardar hasta 18 meses en descomponerse y contaminar entre 8 y 10 litros de agua de mar, y hasta 50 litros de agua dulce.
Castigar no, concientizar sí
Mientras tanto, las sanciones económicas pueden ir del 0,15% al 1,5% del valor equivalente a 100 salarios mínimos municipales. Tomando como referencia el salario mínimo municipal de octubre ($ 350.017,05), las multas se ubican entre $ 52.502 y $ 525.025 para quienes enciendan un cigarrillo fuera de los espacios habilitados.
Aun así, desde el municipio remarcan que el espíritu de la medida es más pedagógico que punitivo. “La intención no es castigar, sino concientizar. Esto va a ser como pasó en bares y restaurantes: la gente se fue acostumbrando”, explicaron. Según indicaron, se está notificando a cada balneario sobre la vigencia de la ordenanza, entregando colilleros y acompañando la adecuación de los espacios para fumadores.