La enfermedad es causada por bacterias que la mayoría de las veces se transmiten por contacto sexual. Según comentó la infectóloga Dolores Serra en diálogo con NA, el incremento de casos se relaciona con “la falta de uso de preservativo durante las relaciones sexuales, las múltiples parejas y su falta de comunicación o bien la escasa información y educación en la población en general”.
Entre otros factores, Serra señaló además “la disparidad en el acceso al sistema de salud para diagnóstico y tratamiento, la falta de notificaciones de pacientes a sus parejas sexuales, la dificultad en la integración a las comunidades más afectadas y el estigma que todavía hoy existe alrededor de las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual)”.
Factor social
Por su parte, la sexóloga Jacqueline Rosenberg hizo foco en el factor social ya que, aseguró, la suba de casos “no puede leerse sólo como un fenómeno sanitario”. “Se combinan prácticas sexuales más libres con una falsa sensación de seguridad, como si las infecciones de transmisión sexual fueran un riesgo ‘del pasado’”, destacó. RESALTAR
Rosenberg continuó: “La carga emocional y económica que atraviesa gran parte de la población hace que la salud sexual quede relegada: menos controles, menos chequeos y menos prevención”.
Asimismo la sexóloga, que es psicóloga especialista en vínculos, señaló: “En varios espacios, el deseo se vive como impulso inmediato y no como encuentro que incluye una responsabilidad. Cuando el cuidado queda fuera de esa lógica, el preservativo pierde centralidad y aparece la idea de que ‘interrumpe’ la experiencia. Esa mezcla de desinformación, descuido y dinámicas de consumo rápido contribuye de forma directa al aumento de infecciones”.
Desfinanciamiento
Serra, por su parte, apuntó los dardos contra “el desfinanciamiento de la salud pública” que “afecta y profundiza a la crisis en el sistema sanitario”. Así, destacó que “faltan medios de prevención y comunicación para la salud, como la ESI en escuelas, universidades, hospitales y clínicas, así como el reparto gratuito de preservativos y accesos a turnos protegidos para rastreos de infecciones de transmisión sexual”.
“En el tercer trimestre del 2024 se evidenció una caída del 64% en la distribución de preservativos y anticonceptivos en comparación con el mismo periodo del 2023, por tanto se entregó sólo un 14% de los presupuestados para ese lapso”, detalló la infectóloga.
“El desfinanciamiento de las campañas nacionales de prevención, el ataque sistemático a la ESI, que es clave en la reducción de las ITS, y el congelamiento del presupuesto sanitario, que limita la compra de insumos esenciales, profundizan las barreras de acceso a información, pruebas diagnósticas y tratamientos oportunos para la población”, lamentó la médica.
ESI integral
En este sentido, Rosenberg señaló: “La ESI funciona cuando es sostenida, actualizada y aplicada de manera integral. Cuando se vuelve intermitente o incompleta, se pierde la oportunidad de que niñas, niños, adolescentes y jóvenes desarrollen criterios para negociar cuidado, comprender riesgos y ejercer el consentimiento”.
La misma profesional destacó, en esa materia, la importancia de incluir al deseo sexual como parte constitutiva del encuentro ya que, de lo contrario, la protección aparece como un añadido externo: “En cambio, cuando se enseña que el deseo también se piensa, se conversa y se cuida, la protección deja de ser un obstáculo y pasa a formar parte natural de la lógica del encuentro”.
La infectóloga remarcó para luchar contra este problema “la concientización, el acceso al diagnóstico, el tratamiento temprano, la vigilancia epidemiológica, con especial atención a las poblaciones más vulnerables en orientación a los derechos de las personas y la desestigmatización de las ITS”.
Tres puntos clave
El incremento de casos de nuestro país se enmarca en un contexto de aumento a nivel global y regional con mayor intensidad en poblaciones jóvenes y en mujeres en edad fértil. Rosenberg compartió tres puntos fundamentales sobre la enfermedad y sus prácticas de prevención.
- Testeo frecuente. La sífilis es silenciosa en muchos casos. Quienes tienen vida sexual activa con más de una pareja deberían testearse cada 3 a 6 meses. Testearse es un acto de cuidado, no una sospecha.
- Recuperar el uso del preservativo y del campo de látex. Son los únicos métodos que previenen ETS. Es fundamental volver a instalar que la protección no resta intensidad, sino que hace posible un encuentro seguro y sostenido en el tiempo.
- Controles prenatales estrictos. El aumento de sífilis en embarazadas exige reforzar el testeo temprano, seguimiento y tratamiento adecuado. La sífilis congénita es totalmente prevenible: cuando aparece, indica fallas graves del sistema de salud.