“Tengo fe de que voy a volver a entrar”, admitió Williams López a más de una semana de su salida de la casa de Gran Hermano.
Oriundo de Corrientes y radicado hace años en Santa Luisa, se anotó al casting del reality con la idea de poder crecer y tener la oportunidad de estudiar para ser médico veterinario: “Tuve la mala suerte de no poder por el tema económico”.
“Creí encajar –en el programa- porque nunca hubo un chico de campo y que venga de muy abajo”, contó en diálogo con Radio Universidad.
Para Williams no fue fácil convivir durante tres semanas con otros 21 participantes en la casa más famosa del país. “Me considero muy familiar y por ahí mucho tiempo incomunicado de mi familia era complicado, pero era cosa de darse maña”, definió.
Además, dijo que “estaba acostumbrado a vivir al aire libre. Ir a pescar, estar con los caballos. Pero nada más”.
De todas maneras, dijo que “no era complicado vivir ahí. Se disfruta cada momento, es una cosa única. La noche era lo que más disfrutaba”.
En cuanto a las estrategias, confesó: “Nunca armé una estrategia, yo quería conocer la historia de cada uno, saber de su vida”. Aunque añadió que “sabía que iba a llegar un momento que iba a tener que armar algo”.
“Hoy hubiera entrado con una estrategia de juego, más ‘chispita’”, sostuvo Williams, quien dijo que mantendría amistad con “los 22 chicos”. Principalmente con Alan, a quien definió como su “mejor amigo dentro de la casa”.
En vísperas de un posible repechaje, indicó: “Tengo fe de que voy a volver a entrar. Hay que mover mucho las redes sociales”.