En la edición número 70 del certamen de belleza más famoso del mundo, la india Harnaaz Kaur Sandhu se convirtió en Miss Universo 2021.
El concurso se llevó a cabo en la ciudad de Eilat, Israel, en la que Sandhu recibió la corona de manos de la mexicana Andrea Meza, ganadora de la edición pasada, celebrada en el año 2020.
En esta oportunidad fue la paraguaya Nadia Ferreira quien quedó en segundo lugar.
Ya hace bastante tiempo que el certamen es objeto de durísimas críticas y fuertes controversias, ya que gran parte de la sociedad en diferentes partes del mundo lo percibe como símbolo del más puro machismo y de la cosificación de la mujer, ya que se trataría de un concurso que fomenta la legitimación de estándares de belleza irreales.
En concordancia con esta idea, Sandhu, la que se llevó la corona en esta oportunidad, no parece ser la excepción a la regla: con 21 años de edad, 1.76 metros de altura, una figura esbelta y un inglés pulido, la mujer parece cumplir con todos los rasgos de belleza impuestos por la hegemonía.
La joven, que se desempeña como actriz y es oriunda de la ciudad de Chandigarh, remarcó que su madre, una ginecóloga de la India, es su modelo a seguir y revindicó, en esta línea, la importancia de que todas las mujeres del mundo “persegan sus sueños”.
En un mensaje que muchos sectores de la sociedad perciben como contradictorio y hasta retrógrado en lo que respecta a la lucha de las mujeres por acabar con el machismo presente en la sociedad, la flamante Miss Universo manifestó que el certamen del que resultó ganadora pretende “alcanzar a todas y cada una de las mujeres que esperan poder ser las líderes de sus propias vidas”.
“Si nosotras podemos, ellas también pueden”, aseguró.
Las representantes latinoamericanas tuvieron, como de costumbre, una participación destacada, y tres de ellas -Colombia, Puerto Rico y Paraguay- se ubicaron entre las diez finalistas.
Aunque desde la comisión organizadora del evento aseguraron en varias oportunidades que le dan mucha importancia a combatir la cosificación del género femenino y la reivindicación de estándares de belleza irreales, entre algunas de las “pruebas” que se realizan en el controvertido certamen se contaron desfiles en traje de baño y entrevistas destinadas a “medir la inteligencia” de las concursantes.
En relación a esto, una de las particularidades de esta edición se dio en el momento en el que el presentador, Steve Harvey, le pidió a Sandhu que demostrara su talento imitando sonidos de animales, ante lo que ella respondió maullando como un gato. Consultada al respecto, la joven india mencionó que “uno de los estereotipos que la gente tiene de los certámenes de belleza es que solo se trata de lucir bonitas, y no es así, se trata de ser tu misma en el escenario”.
El concurso tampoco estuvo exenta de otras controversias políticas, siendo una de las más resonantes la relacionada con la decisión de la participante sudafricana -que terminó tercera-de presentarse al certamen “por las atrocidades cometidas contra los palestinos” por parte del país que fue sede del certamen Israel.
La pandemia de Covis también tuvo su parte de protagonismo en el certamen, ya que la decisión del gobierno israelí de vetar desde hace dos semanas el ingreso de turistas para evitar la propagación de la variante Ómicron del coronavirus generó inicialmente temores de que la competición se cancelara y molestia entre algunos por las “excepciones” otorgadas a las concursantes y a fanáticos.
La principal huella de la pandemia, sin embargo, se percibió en las gradas, varias de ellas vacías frente a la ausencia de extranjeros y el aparente desinterés del público local.