Los propietarios y representantes de los gimnasios de Olavarría iniciaron en las últimas horas una campaña para lograr que el municipio autorice la actividad más allá de que el gobierno provincial no los incluya entre las permitidas de la fase 4.
La posibilidad parece remota. El intendente Ezequiel Galli elevó la semana pasada un pedido a la Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires para que la provincia incluya a los gimnasios entre las actividades permitidas en la fase 4 de la cuarentena. Sin embargo, pocas horas después, llegó una respuesta con el rechazo a la solicitud firmada por el jefe de Gabinete Carlos Bianco.
Ante ese panorama, los propietarios de los gimnasios se esperanzaron ante la posibilidad de que el intendente firme un decreto en el cual permita la actividad en Olavarría. De hecho, mantuvieron reuniones con representantes de distintos bloques políticos con la intención de sumar apoyo a esta propuesta.
Sin embargo, el intendente fue tajante durante la conferencia del sábado y descartó cualquier posibilidad de tomar una decisión por fuera del esquema dispuesto por el gobierno provincial. “Se puede estar de acuerdo o no, pero hay un esquema claro”, dijo Galli cuando le preguntaron sobre esa chance.
Este lunes, a través de las redes sociales, los representantes de los distintos gimnasios de Olavarría iniciaron una campaña para presionar al intendente y que revea su decisión. En esa línea, el mensaje que difundieron los representantes fue que “muchos gimnasios pudieron abrir en fase 4” a partir de un decreto municipal. Y enumeraron los casos de Azul, Bahía Blanca, Mar del Plata, Tandil, Dolores, Saladillo, Pinamar y Miramar.
“¿Y Olavarría? ¿Cuándo?”, cerraron.