En el periodo de receso de verano se desarrollan diversos talleres en la Unidad Penal Nº27 de Sierra Chica. Uno de ellos es el de creación de música a cargo del docente Gabriel Larraz.
Durante la cursada, de la que participan quince detenidos, trabajan con elementos de percusión, de candombe, batajones y palillos, también realizan percusión corporal y canto. La idea del taller es enfocarse en los instrumentos musicales, la composición, la superposición de diferentes elementos y la sumatoria general de todos ellos.
“El objetivo del taller es que los estudiantes puedan adueñarse de elementos y ejes musicales que tiene el proyecto en relación a la ejecución y a la composición, que puedan ejercer un espacio de libertad al apropiarse de elementos musicales. Que puedan ensamblar, que se sumen y logren entramar música”, destacó Larraz.
“Van a aprender a leer música, no desde la manera tradicional, sino con gráficos, tratando de que puedan empezar a ejecutar y crear sus propios patrones rítmicos. Trabajamos con diferentes ejes o niveles métricos con la idea de que a partir de conocer estos elementos puedan empezar a producir sus propios ritmos”, relató el profesor.
Respecto a los beneficios de la música y al desarrollo de los primeros encuentros, Larraz destacó que “la música les permite descargar y relajarse, por eso los veo bien, interesados, con ganas, muy respetuosos y atentos, llevando el ritmo y siguiendo el compás en cada propuesta. Pudimos armar un ritmo, tienen facilidad. Hacia el final de la escuela de verano, el 31 de enero, vamos a hacer una presentación para el resto de los internos y para el personal donde pretendemos mostrar los logros que hayamos obtenido”.