Yesica Guevara
@yesicaguevara29
Muchos mitos rodean a la Luna desde tiempos inmemoriales. El satélite ha sido vinculado a los partos, al aullido de los lobos y hasta el mejoramiento que implicaría realizar un corte de pelo en tal o cual fase lunar.
Los mitos se refuerzan si ocurren fenómenos “no habituales” como el que se registrará este martes por la madrugada con la observación de la segunda Super Luna del 2019.
Por eso, Infoeme habló con Diego Bagú para explicar en qué consiste el fenómeno y principalmente hablar un poco sobre el cielo.
Primero las presentaciones: Diego Bagú es astrónomo, director del Planetario Ciudad de La Plata y secretario de Extensión de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata.
Además observa la luna desde que tiene uso de razón. “Cuando éramos chicos con mis hermanos subíamos al techo de casa y nos quedábamos mirando el cielo”, contó.
Esa pasión por la observación es lo que transmite al hablar. Según explicó se llama Super Luna al fenómeno que se da cuando el satélite “está en fase de Luna llena y en coincidencia su posición es la más cercana de su órbita”. Es decir, la Luna está muy cerquita de la Tierra.
En palabras más específicas: “Cuando la Luna gira alrededor de la Tierra la órbita no es una circunferencia con la Tierra en el centro. Es en realidad un elipse en donde la tierra está corrida un poco del centro. Lo que hace es que todos los meses, la Luna en algún momento se encuentre en la posición más alejada respecto de la Tierra y en otros momentos en una posición más cercana”.
Por lo tanto, este martes la segunda Super luna del año se encontrará en el punto de su órbita más cercano a la Tierra. ¿Qué diferencia hay con la anterior? Prácticamente ninguna.
Es más, te diría que casi no hay diferencia entre la Super Luna que podemos ver esta madrugada con la Luna llena que vemos todos los meses, afirmó Diego Bagú.
De todas maneras, tranquilo. No guarde la reposera que había sacado al patio ni vuelva a meter en la heladera la cervecita y la picada con la que pensaba esperar al fenómeno. Es una buena excusa para darnos la posibilidad de observar el cielo.
Bagú detalló que “cuando vos comparás el tamaño de esta Super Luna con la Luna llena que vemos todos los meses, difiere solo en un 7%. A simple vista no te das cuenta”.
Más datos que aportó Bagú a este “desencantamiento” lunar: “La Luna está en promedio a 384 mil kilómetros de distancia y hoy a la noche se encontrará a 353 mil kilómetros. ¿Cuán diferente es esto para un ser humano?”, preguntó el astrónomo. Seguramente no mucho. A no ser que usted tenga un ojo ultra perceptivo.
Pero… siempre hay un pero. No podemos negar que el fenómeno atrapa a las personas y se lo relaciona con la influencia de los astros sobre nuestras vidas y destinos.
“La ciencia moderna es una herramienta relativamente nueva en la historia de la humanidad. Mientras que el poner a los dioses en el cielo y esperar de ellos las soluciones que necesitamos tiene decenas de miles de años. La astrología, las leyendas y los mitos, nos lleva a la ciencia moderna miles de años de ventaja”, afirmó.
Hay una cuestión antropológica todavía en creer cuánto nos afectan los astros en nuestra vida. “Aunque no nos afectan en absolutamente en nada, miles de años de creencias no se borran de la noche a la mañana”, aseguró Bagú.
Este tipo de fenómenos para las personas que se dedican a la divulgación científica son ideales para “hablar de la Luna e invitar a la gente a que observe el cielo”.
Para Bagú “la vida moderna nos llevó a perder en gran medida la cuestión de salir a un patio o ir a un campo y disfrutar del cielo” aunque reconoce que por otro lado, y no es una cuestión menor, “la divulgación científica que hemos podido hacer en los últimos años, es muchísimo más grande que la que podíamos hacer hace 10, 15 o 20 años atrás”.
Esa misma tecnología “que por ahí te aísla un poco, nos permite estar conectados con muchísimos medios, con muchísimas personas alrededor del mundo”, señaló.
Y para usted lector que se quedó hasta el final de la nota, les contamos un secreto. Diego Bagú en sus redes sociales mencionó un horario para observar el fenómeno, sin embargo “esa hora es absolutamente trivial. Verla hoy a las 22:00 o verla a las 00:46 es lo mismo. Fue un dato de color para que la gente se acerque un poco más a observar el cielo”, admitió.