“Es una injusticia lo que están haciendo conmigo” se lamenta Carlos Ceferino Martínez, mientras se acomoda en la reposera donde se encuentra encadenado en las afueras del Tribunal de Trabajo. “Soy argentino y trabajador, no tengo porque hacer esto” agrega.
Tiene los ojos llorosos y una frazada para pasar el frío que se levantó por la noche. “No quiero que le pase a ningún trabajador lo que me pasó a mi” repite.
La primera noche ya comenzó con complicaciones. Ceferino cuenta que debió ir la ambulancia a atenderlo: “me descompensé por la huelga de hambre que estoy haciendo, pero voy a seguir reclamando”.
Tras agradecer al personal policial que “pasa a cada rato”, Martínez realizó un pedido hacia la política: “Le pido a Alberto Fernández que se comunique conmigo. Yo ya le di una pancarta cuando vino a Pueblo Nuevo y le pedí que me ayude”.
Por último, señaló que quiere que “tengan un poco de compasión por un obrero y ser humano”.