En las últimas horas, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, confirmó que desde el 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos diputados y senadores electos en los comicios de octubre, la principal prioridad del Congreso será la aprobación del Presupuesto 2026, y adelantó que la agenda parlamentaria se organizará con un orden claro que incluirá la reforma laborales, la tributaria y la penal, mientras el oficialismo ya proyecta trabajar para la reelección del presidente Javier Milei en 2027.
En ese sentido, el dirigente sostuvo que el nuevo escenario político tras las elecciones de medio término le permitirá al Gobierno nacional avanzar con mayor velocidad en iniciativas que considera “estratégicas”, ya que el contundente triunfo de La Libertad Avanza de octubre le permitió a Milei ampliar su bancada tanto en la Cámara baja como en el Senado.
Así, Martín Menem explicó que por los tiempos que corren, “lo prioritario va a ser el Presupuesto 2026”, aunque una vez enviada la iniciativa al Congreso se buscará tratarla de manera coordinada con el Senado para evitar demoras en su sanción. Según detalló, el oficialismo apunta a que la Ley de Leyes marque las bases para la segunda etapa del programa económico del Gobierno, al que considera clave darle previsibilidad fiscal desde el comienzo del nuevo año parlamentario.
Luego del tratamiento del Presupuesto, Martín Menem señaló que el Congreso continuará con el abordaje de tres grandes proyectos: la modernización laboral, la reforma tributaria y la nueva legislación penal. En todos los casos, afirmó que habrá trabajo conjunto entre ambas cámaras y sostuvo que el objetivo es “adelantar temas lo más rápido posible”.
En ese marco, el titular de la Cámara de Diputados remarcó que las tres reformas que impulsará el Gobierno en este nuevo año parlamentario “son centrales para corregir distorsiones acumuladas durante décadas”, y que representan demandas históricas del espacio que conduce Milei.
Por eso, en lo que respecta a la reforma laboral, Martín Menem aseguró que se trata de “una de las grandes deudas pendientes que tiene la Argentina”, y cuestionó a los sectores sindicales que expresaron críticas anticipadas: “Algunos muchachos, con mucha mala fe, ya querían romper todo y ni siquiera conocen la letra del proyecto”, enfatizó el titular de la Cámara baja.
Para el diputado, quienes rechazan la reforma laboral “dicen defender a los trabajadores, mientras miran a las 8 millones de personas que no tienen ningún derecho porque están en la informalidad”, y calificó de “absurdas” las afirmaciones que advertían sobre posibles jornadas laborales de 14 horas o pérdida generalizada de derechos.
No obstante, Martín Menem destacó que existe otro sector del sindicalismo que analiza la propuesta “con buenos ojos”, al entender que el esquema actual dejó a millones de trabajadores por fuera del sistema. Por eso, confió en que la reforma laboral “va a ser un éxito a favor de los trabajadores”, y permitirá “ampliar derechos donde hoy no existen”.